En el número PARAHORECA VERANO a la venta en más de 500 kioscos de Asturias dedicamos un amplio reportaje a la hostelería del Museo Guggenheim en Bilbao, un modelo perfecto que podría servir de referencia para el nuevo concurso hostelero en el Niemeyer de Avilés.
El gastro misterio más dicharachero
El patronato de la Fundación Niemeyer se reunió para decir adiós a su vicepresidente Pilar Varela y poco más. La presidenta Ana González subrayó a bombo y platillo que ha alcanzado su objetivo para el primer semestre del año pero nada ha aclarado sobre el conflicto 
con la hostelería del centro cultural. ¿Ha pagado el supuesto moroso?, ¿se ha denunciado al conflictivo personaje? o ¿me he perdido algún capítulo del culebrón?
El hostelero Enrique Martínez Ondina lleva presuntamente más de un año sin pagar un euro por la concesión de la hostelería del Niemeyer que incluye en restaurante en una torre mirador con vistas a la ría de Avilés y la cafetería del Centro Cultural con terraza al aire libre. Al reclamarle el pago del canon argumentó que el centro le debe dinero porque realizó obras. En su día se estableció un canon fijo de 20.000 euros al año, más otro variable estimado en un 3,3 % de la cifra de negocio que supondría otros 20.000, para rematar se sumaría un 25 por ciento sobre el beneficio. Así las cosas, el concesionario podría deber al Niemeyer más de 40.000 euros que presuntamente se niega a pagar. La cifra es un aproximado calculado por la Fundación al no contar con los resultados reales en el momento de reclamar el pago.
La fundación le amenazó en distintas ocasiones con denuncias por impago pero desconocemos si el asunto está resuelto o sigue sus trámites por vía judicial. ¿No les parece raro que en el patronato no aborde el asunto e informen al contribuyente sobre el desenlace del conflicto? Un centro subvencionado como el Niemeyer debería ser más transparente, sobre todo tras la imagen dejada por Natalio Grueso y su equipo.
Del estrellato Michelin a la situación actual
En su día la torre fue inaugurada por Juan Mari Arzak y más tarde se clonaría el menú del Masterchef Pepe Rodríguez Rey, en aquellos tiempos los concesionarios Pedro y Marcos Morán (de Casa Gerardo en Prendes) pusieron la gastronomía niemeyesca en el mapa internacional con visitas de chefs como José Andrés. En la actualidad Marcos triunfa como asesor en restaurantes en Londres y Madrid.
Tras la marcha de los Morán, tomó las riendas el chef Koldo Miranda que en estos momentos está a punto de inaugurar un nuevo restaurante en Colombia, un país donde el cocinero es muy reconocido.
En mayo de 2014 logró la concesión de la hostelería del Niemeyer el citado empresario Enrique Martínez Ondina, desde entonces la “gastro-polémica” se sirve en bandeja en el Niemeyer. Salidas fuera de tono, carteles protestando por la supuesta “chapuza de lujo”, malos modos con este medio por destapar la verdad del asunto y falta de claridad desde la Fundación en la resolución del conflicto. ¿Se trata Ondina de un caradura moroso o es víctima del caos de la gestión política?
Tras sus múltiples meteduras de pata de juzgado de guardia, tomó las riendas de comunicación el abogado Gabriel Giraudo, como representante legal de los hosteleros del Niemeyer. Hemos de reconocer que desde entonces el punto de vista del letrado arroja un “rayo de esperanza”, al menos tiene educación.
“La Fundación del Niemeyer nos está pidiendo un dinero que no sólo no adeudamos, sino que además es la Fundación quien nos debe a nosotros cantidades por las deficiencias importantes con que nos encontramos en el centro desde el minuto uno”, aseguró Giraudo. Me imagino que habría que aclarar las deficiencias y los costes que argumentan. ¿Según las palabras del abogado su cliente tiene derecho a explotar la gastronomía del Niemeyer de forma gratuita? Como respuesta la Fundación no dio su brazo a torcer y volvió a amenazar con que acudiría a los tribunales para exigir la resolución del contrato. Entretanto Enrique Martínez Ondina pidió la baja laboral abrumado por el estrés.
Según el abogado de la familia de hosteleros: “Está acreditado con correos que los entonces responsables del Niemeyer le decían que adelantara el dinero y que luego se lo pagarían”. ¿Tienen esos correos alguna validez legal?, ¿están firmadas esas supuestas concesiones ante notario con el permiso del patronato? La realidad es que el hostelero firmó la concesión de acuerdo a unas condiciones que a la vista de lo sucedido no cumple. Sin embargo, remataba el letrado: “Si quieren que nos vayamos no será un problema…”. ¿Hay algún político en el patronato que apoye la permanencia del actual concesionario de la hostelería del Niemeyer?
Por lo visto se inició un trámite legal para desalojar a los hosteleros por presunto incumplimiento de contrato. Al menos, así se interpreta tras la amenaza reiterada de denuncia por parte de la presidenta. La gran duda: ¿se ha llegado a un pacto cordial o será el juez quién decida quien tiene razón?, ¿aclarará la nueva alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, el marrón que le dejan?, ¿esperará a que pase la temporada veraniega para buscar un hostelero de más categoría?, ¿pagará el presunto moroso de una santa vez o se irá de rositas con la cartera llena? Veremos.
Informa Alfredo Muñiz.
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