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Las cenas romanas del rey Juan Carlos, Woody Allen y el tigre Berlusconi

Tanto al maestro del cine como a Su Majestad le gusta la buena mesa. Woody Allen aparentemente parece vegetariano pero cuando puede degustar una merluza del pincho se le iluminan las ideas. Don Juan Carlos es más de platos de cuchara, le encanta la fabada y la caza. Aunque esta revista ha podido saber que  también adora los lubricantes, las angulas y los dulces.

Ambos personajes (Woody y el rey de España) tienen en común un restaurante favorito en Roma, se trata de “Alfredo”. El Borbón se pone morado de fettucinis y Woody no resiste la tentación de pedir mesa para probar la pasta. Así durante el rodaje de su última comedia Bop Decameron con Penélope Cruz, Roberto Benigni y Alec Baldwin, acudió al sitio favorito de Su Majestad. El emblemático lugar está ubicado en la calle Augusto Imperatore de la ciudad eterna. No se trata de un sitio de estrellas Michelín, ni cubiertos de plata pero tiene una cocina excelente y unos productos de primera. Como reminiscencia del glamour, se sirve la pasta con cubiertos sobredorados, en recuerdo a un regalo de una cubertería de oro de Jorge V de Inglaterra hace casi un siglo. La receta de los famosos fettuccini se ha pasado a lo largo de varias generaciones y siguen en el candelero después de tantas crisis económicas mundiales. Woody Allen, junto a su esposa y un grupo de amigos pidieron: pasta, gazpacho, higos con jamón y cerveza, entre otras exquisiteces.

Berlusconi prefiere las cenas íntimas en Roma y en el resto del planeta

El polémico Silvio Berlusconi prefiere cenas orgiásticas en la intimidad. Sin embargo, las grabaciones de sus llamadas telefónicas están destapando todos los detalles de sus banquetes nocturnos…, fiestas con prostitutas y favores multimillonarios a las chicas por una cena con postre. El levantamiento del secreto de sumario en el proceso de Bari a Tarantini, ha sacado a la luz conversaciones para escribir una novela erótica. Así «Il Cavaliere» llamó a Tarantini en Fin de Año para presumir de que esa noche: “tenía once en fila en la puerta y me he tirado a ocho”, alardeó. Las comiditas y demás saraos también suceden en el avión presidencial. Se ha podido saber que algunas acuden vestidas de monja con el crucifijo entre los pechos, entre ellas la consejera regional Nicole Minetti. Tras las cenas, las más profesionales obtienen importantes contratos en sus televisiones o en la cadena pública. Como manifiesta el tigre Berlusconi: «A las chicas les gustará cenar con hombres que pueden decidir su destino».

Por otro lado, en un viaje a China “Il Cavaliere” quiso probar las famosas tigresas blancas especializadas en felaciones de alto nivel, según se destapa en diversos diarios italianos. Informa Alfredo Muñiz

 

 

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Publicado el Sep 19 2011. Archivado bajo Actualidad, Gastrocotilleo. Puedes seguir las respuestas de esta entrada por RSS 2.0.

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