¿Cómo terminarías tú la historia?
Hace una semana pregunté: ¿cómo terminarías tú esta historia?, les dí un comienzo: #siempre es mejor confinado que un clavo oxidado en mi ojo derecho, y un desarrollo que pueden leer en este post: Mejor confinado que un clavo oxidado en mi ojo derecho Como resultado, una escuela de niños cubanos en La Habana ha decidido sumarse al reto y estos son los resultados.
El profesor fue el primero en responder con un desenlace de la historia, se trata del escritor cubano Eduardo Angarica que desarrolló nuestro reto de forma estupenda: #SiempreEsMejorConfinadoQueUnClavoOxidadoEnMiOjoDerecho.
«Jack entendió el desenlace. Su tentativa de muerte era manida, demasiado común. Reunir los métodos clásicos del suicidio, es cuando menos, poco original, le dijo La Vida, quien le ofreció otra oportunidad, no para seguir viviendo en el vació que le afligía, sino para que encontrase una idea mejor. Incluso para morirse hay que sentir amor, Jack, concluyó ella. Él guardó silencio, la enfrentó con la vista y le apretó el cuello. Se mantuvo aferrado a ella mientras la veía perder el color, palidecía; por cada segundo el rostro de La Vida comenzaba a parecer al de la muerte. Cuando dio el ultimo suspiro, Jack cerró los ojos y se fue con la corriente».
A continuación les envió el reto por WhatsApp y esto son los resultados. Se trata de chicos y chicas adolescentes, algunos desconozco el nombre porque no me lo enviaron firmado:
Sus alumnos respondieron al reto de forma admirable, hemos seleccionado los siguientes:
Alumno 1: «Finalmente es salvado por un vagabundo que lo lleva hasta su guarida, quién entre una embriaguez mortal, le entrega una bolsa, alegando que su contenido le cambiaría la vida…, a lo que Jack no dio crédito, mientras estornudaba sin cesar. Curiosamente decide abrir el paquete y en ella encuentra entre otras cosas, mucho dinero, zambuído en Harina de Castilla, Jack comienza a reír y a estornudar sin control hasta morir, el pobre, ante tanta euforia había olvidado que era terriblemente alérgico a este polvo».
Alumno 2: Hola Profe, como lo lleva el Covid 19? Gracias por ponernos a trabajar jajaja. Aquí le envío mi final.
«Aceptado el hecho de que no es su dia para morir, Jack busca salir del rio. Nada contra la corriente para buscar la orilla, sin embargo, por más que se esfuerza no lo consigue. Siente como si unas fuerzas superiores lo retuvieran allí. Asustado, se sumerge en el agua para descartar que no se ha enredado con algo. Reteniendo la respiración, abre bien los ojos para revisar y entonces lo que ve le hace paralizar el corazón. Tres sirenas a su alrededor le sostienen las piernas. Le sonríen, le hablan. Él cada vez más en pánico se da cuenta que las oye llamarlo y peor aun que él les responde en su pensamiento. Intenta salir a la superficie, pero esta está cada vez mas lejos. Cierra los ojos para dejarse morir, mas no sucede, sus pulmones respiran y su cuerpo se siente cómodo con la frialdad del agua. No sabe si estar feliz o temeroso. No sabe si todo es real o es su imaginación. Lo único que sabe, y le interesa, es que aburrido no va estar».
Alumno 3: «Jack se ahoga en el río. Lo entierran. Cuando está en la tumba, cae aún más profundo. Abre los ojos y se encuentra frente a una puerta de la que sale un amigo suyo que había muerto hace años. Este le dice:
—¡Jack, amigo! Ahora tú también lo sabrás.
Juntos entran por la puerta, y se ven en una discoteca. Sobre el escenario hay seis hombres negros bailando con un féretro sobre sus hombros. Resulta que ningún ser humano merece el paraíso; y, los que quieren morir, están destinados a vivir a lo loco por toda la eternidad. Jack se sienta en la barra a emborracharse y refunfuñar».
Alumno 4: YILIAN:
«Jack, tropieza y cae al río. La corriente es muy fuerte y lo arrastra. Es entonces, cuando, Instintivamente lucha por su vida; pero no lo consigue y muere ahogado».
Alumno 5: ROCIO:
«Jack no lucha contra la corriente, quería ahogarse para por fin darle término a su vida, sin embargo la corriente rápida, lo llevó hasta tierra. Camina pensando en lo que debería hacer, de que otra manera podría morir. De repente ve a lo lejos a una amiga de la infancia, su amor platónico desde pequeño, y que no había visto hacía años. Ella lo saluda a la distancia, y él se apresura para conversar, estaba feliz, y a la vez un poco nervioso de haberla encontrado. En su apuro se resbala con una cáscara de plátano, cayendo al suelo y dándose en la cabeza con una roca. Quedó allí, cumpliendo sus deseos al morirse, delante de un camino que le había dado la vida y quizá podría haberlo hecho feliz».
En estos días de confinamiento cuando te sientas desesperado por el aislamiento y los problemas, recuerda este mantra: «Siempre es mejor estar confinado que un clavo oxidado en mi ojo derecho«.
#siempreesmejorconfinadoqueunclavooxidadoenmiojoderecho
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