La vida está muy achuchada y con los nuevos sistemas de vigilancia no se puede «sisar» ni la calderilla. Sino pregúntele a la cajera de Mercadona que fue pillada por la cámara de vídeo metiendo una monedas en su bolsillo. Lo robado no suponía un atraco a «mano armada» pero el simple gesto de llevarse lo que no le pertenece ha provocado el despido de la pícara empleada.
Al paro por «trincar» 15,5 €
Apoderarse de 15,50 euros de la empresa en la que trabajaba como cajera es motivo suficiente para proceder al despido, según la sentencia dictada por la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de la Región (TSJ), que confirma otra de un Juzgado de lo Social de febrero de 2011.
La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, señala que el juez de lo Social declaró como hechos probados que esta empleada de la empresa Mercadona fue descubierta cuando al realizarse los arqueos en dos días diferentes en uno faltó 10,86 euros, y en otro, 4,64 euros.
La resolución indica que sus jefes, al sospechar de ella, procedieron a instalar unas microcámaras «para vigilar su comportamiento», informando de ello a un vocal del comité de empresa.
El seguimiento al que fue sometida permitió comprobar, entre otros hechos, que en una ocasión se guardó unas monedas «en el bolsillo izquierdo de su pantalón de trabajo».
Frente a lo argumentado por la recurrente, el TSJ da plena validez a la instalación de las cámaras al señalar que «el poder de dirección del empresario atribuye al mismo, entre otras facultades, la de adoptar las medidas que estime más oportunas de vigilancia y control para verificar el cumplimiento de sus obligaciones por el trabajador, con la limitación respecto de su dignidad».
