Jordi Pujol se refugia en el pueblo de Queralt con una gastronomía donde destacan el calçot, las avellanas y los embutidos caseros, en especial fuet y butifarra. Uno de los chistes que circula por la red entorno al expresidente catalán se inspira en ese rico manjar: “Por favor, no me llaméis chorizo. ¡Llamadme espetec…!”
Entretanto el prestigioso diario británico Financial Times dedica su editorial al “padre del nacionalismo catalán”, bajo el título “La vergüenza de Cataluña, una mancha sobre España”. El escándalo sobre las cuentas opacas en el extranjero de los Pujol podría “alterar significativamente” el futuro del debate independentista catalán y la consulta prevista anunciada para el próximo 9 de noviembre, destaca el periódico. El que fuera alma de la Generalitat “sorprendió a muchos hace algunas semanas tras revelar que fue partícipe de un fraude fiscal durante 34 años”, añade. Veremos si el banquete termina con un dulce postre o con un amargo digestivo…
En medio del drama de los Pujol un grupo de historiadores defienden que el Pan con tomate (el famoso pa amb tomàquet) no es originario de Cataluña sino de Murcia. Al parecer, la gran cantidad de murcianos que construyeron el metro de Barcelona ablandaban el pan duro que les daban con tomates de origen americano. Año horribilis para los independentistas. Informa A. M.


