Hacienda precinta el barquito del empresario Javier Merino y la modelo Mar Flores
En plena temporada de vacaciones el yate se encuentra amarrado en Sant Antoni (Ibiza) listo para surcar las aguas del Mediterráneo. Allí Mar Flores podría tomar el sol sin ser acosada por los malvados paparazzis. Sin embargo, la situación económica de su marido Javier Merino no atraviesa por su mejor momento y la top tendrá que lucir bikini en las playas. Por lo visto, el empresario había declarado un valor de su yate «G-One» inferior al real para pagar menos impuestos. El Fisco pilló la trampa y le precintó su capricho marinero. Se rumorea que la embarcación podría valer más de 6 millones de euros.
Los negocios hosteleros de Merino se tambalean
Dueño de la noche madrileña, Merino lucha para sacar adelante discotecas tan conocidas como Fortuny o Café Orange. Además, el consorte de la top model regenta cuatro restaurantes italianos, bautizados como «Dibocca». Algún establecimiento ha tenido que poner el cartelito de «cerrado», mientras otros corren la misma suerte como es el caso de la discoteca La Sal, situada también en la capital del reino. No obstante, si el fisco le cierra las puertas para disfrutar de sus vacaciones en Ibiza siempre podrán trasladarse a su casita en Punta Cana (Santo Domingo). El Caribe podría ser un buen lugar para consolarse del bache… Alfredo Muñiz (Ibiza).