Guerra por el poder de Vega Sicilia de unos hijos contra su padre
En todas las familias cuecen habas y en algunas llegan a chamuscarse. Para llegar a una situación límite en la que los hijos discriminan a su propio padre y forman un bando contra el resto de los hermanos, la guerra en el seno de la familia debió de ser feroz. Algo falló, ¿falta de comunicación, ambición por el poder o mal planificación de la sucesión? En estos momentos, las circunstancias provocan el desgaste de la propia familia integrante del consejo de administración en sus luchas internas. De momento, el bando rebelde controla el «cortijo». Así en la inauguración de una nueva bodega en Ribera de Duero, con la asistencia del ministro Arias Cañete, ignoraron al patriarca de Vega Sicilia y a sus hermanos más dóciles. Según el Economista estos fueron los detalles del mal gesto hacia el patriarca:
La guerra en Vega Sicilia se reabre. Los hijos díscolos de David Álvarez inauguraron ayer una nueva nave de producción a la que no invitaron a su padre, depositario de la mayoría accionarial y auténtico artífice del prestigio de la bodega de Ribera de Duero.
El acto, del que también fueron excluidos los dos hijos que apoyan a David Álvarez, se presentaba como uno de los que hacen historia en la bodega, ya que la nueva infraestructura ha supuesto la mayor inversión nunca hecha en las instalaciones situada en la comarca de Peñafiel. De hecho, el evento contó con la asistencia de altas autoridades políticas como el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, y el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera.
David Álvarez mantiene con cinco de sus hijos una dura pugna por el control de El Enebro, la sociedad patrimonial a la que pertenece Vega Sicilia. La inauguración, lejos de presentarse como una tregua en la larga batalla judicial, ha reabierto de nuevo las heridas.
El empresario leonés, propietario además del gigante de los servicios Eulen, ha logrado que los tribunales anulasen la junta de accionistas en la que sus vástagos rebeldes le destituyeron como presidente y asumieron el control de la bodega. David Álvarez ha sido también refrendado por los tribunales a la hora de reconocerle los plenos derechos políticos sobre el 51 por ciento de las acciones de la sociedad que tiene en usufructo. De esta forma, el patriarca consiguió la mayoría de los derechos de voto y, con sus dos hijos fieles, cuenta con casi el 70 por ciento de la sociedad y sus participadas: Bodegas Vega Sicilia, Bodegas y Viñedos Alión, Bodegas y Viñedos Pintia, y la cárnica Valles del Esla. Ambas sentencias han sido recurridas por los hijos díscolos,que mantienen el control de la sociedad.
David Álvarez no ha sido el único excluido. Los dos hijos que le han apoyado , María José y Jesús David, tampoco han sido invitados, pese a que son accionistas de un 16 por ciento de las acciones.