Vuelve a Pontevedra en Navidad y aplaza la cena de los capones
La tradicional «cena de los capones» rajoniana se remonta a 1978 y consiste en un ritual que congrega al presidente Mariano Rajoy con sus amigos más íntimos en torno a una celebración gastronómica para recordar viejos tiempos y disfrutar de la buena mesa.
El primer paso es la elección del mejor capón de Galicia, para ello una comitiva de la organización presidencial se traslada a la Feria de Villalba. Allí los colegas del presi compraron un capón de primera a María Ángeles Lorenzo, una mujer de 68 años que engorda los pollos de corral de forma prodigiosa. No en vano, ganó el primer premio del certamen. La señora les vendió el castrado animal por 100 euros, sin saber que la pieza iba a ser degustada por el mismísimo presidente del Gobierno de España.
Todo estaba listo para que la víspera de Nochebuena se organizara la fiesta del capón con Rajoy presidiendo la mesa en un reservado del Hotel Rías Bajas. Sus dueños Matías, José María y Alberto de Cabo sacaron las mejores mantelerías, y supervisaron todos los detalles para que la reunión presidencial con sus amigos de siempre fuera un éxito. Tomás Iribarren, Alfredo Díaz-Grande, Elías Mareque, los hermanos Muntaner o el realizador de cine Ángel Peláez estaban ansiosos por acudir a la cita y presumían en su entorno de la cena navideña con Mariano, según pudo saber de primera mano la revista gastronómica www.parahoreca.com.
El presidente vuelve a casa por Navidad
Los teléfonos empezaron a echar chispas porque el anfitrión de honor no contestaba. De repente, alguien confirma que Rajoy no puede asistir a la cita porque tiene compromisos institucionales de obligada asistencia y se quedan sin festejo. Al final, los colegas decidieron posponer la cena «capada» para una fecha disponible en la apretada agenda de Rajoy. En realidad, el líder popular ya les había adelantado que España no estaba para cenas…
La llegada a Pontevedra de Rajoy se produjo al día siguiente, justo para asistir a la cena de Nochebuena. El flamante presidente del Gobierno pudo disfrutar de dos días libres con su esposa, Elvira Fernández, sus dos hijos, su padre Mariano Rajoy Sobredo y el resto de su familia pontevedresa. Se quedó a dormir en su casa de la playa de Silgar en Sangenjo, y se trasladó a Pontevedra capital para compartir la celebración con sus seres queridos. Viri llegó antes que el presidente para ir preparando la estancia.
Los compromisos que truncaron la cena de los capones
Durante la mañana del sábado Rajoy permaneció en Madrid para realizar algunos de sus primeros actos oficiales en la Moncloa. El presidente felicitó las fiestas y saludó a las tropas españolas desplegadas en el extranjero. Para ello organizó una videoconferencia con el Líbano, Kabul, Afganistán, Bosnia, y Somalia, entre otros enclaves. Además, conversó con los miembros de la misión científica en la Antártida y con los comandantes de los buques que participan en la «operación Atalanta», en el Índico.
Los capones de Villalba famosos en el mundo entero
El proceso para la cría del capón comienza en el mes de abril con la selección de los pollos marelos, nacidos de huevos de gallinas del país. A Los siete meses se encierran en unas jaulas de reducidas dimensiones, llamadas capoeiras, y se les sitúan en lugares oscuros y a la temperatura adecuada. En ellas permanecerán los cuarenta días de duración de la ceba. La Ceba consiste en una masa que básicamente se elabora con harina de maíz marelo triturada, patata cocida y agua hervida. Con esta masa se hace una bola que se empapa en agua hervida, vino blanco o leche. Así los capones de Villalba se convierten en unos gallos cebados de grandes dimensiones y con una carne excepcional.
Recordemos que el capón es un pollo de corral al que se le castra a la edad de cuatro meses aproximadamente, antes de comenzar el proceso de engorde. Tradicionalmente el proceso de castración se hacía de forma manual y durante el mismo también se le cortaba la cresta.
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