Recetas de “El testamento del Gallo”: los scones

“El testamento del Gallo” es una novela escrita por Alfredo Muñiz que se ha convertido en el regalo estrella. Tras la historia recopilamos una serie de recetas que los personajes mencionan en la novela. Hoy desvelamos la receta secreta de los scones. El testamento del Gallo, a la venta en Amazon. Próximamente saldrá también en formato digital y audiolibro. Y podremos adquirir la novela en TopBooks y Apple Books

La “receta secreta” de los scones
Ingredientes
400 gramos de harina de trigo
20 gramos de levadura
1/2 cucharadita de sal
115 gr de mantequilla fría sin sal, cortada en cubitos
80 gramos de azúcar glas
175 ml de leche entera o 150 gr de nata light
1 huevo, ligeramente batido, para pintar los scones
Dos cucharadas de azúcar glas para espolvorear
50 gramos de pasas sultanas
Preparación
Tamizad la harina, la levadura en polvo y la sal en un bol. Agregad la mantequilla fría, y juntar con las yemas de los dedos hasta que se logre una mezcla que parezca migajas finas.
Añadid el azúcar y las pasas. Agregad la leche o nata light, y amasadlo hasta lograr una masa suave y seca. Cubre el bol con papel film y déjalo reposar media hora.
Extender dicha masa con el rodillo sobre una superficie enharinada hasta lograr un grosor de 1,5 cm. Cortad en redondo (podéis usar un vaso pequeño). Los sobrantes de pasta se pueden reutilizar. Los scones se colocan en una bandeja para horno, forrada con papel para hornear. Pintadlos con el huevo batido y dejadlos reposar 30 minutos más.
Meted la bandeja en el horno precalentado a 180º C, y hornead de 15 a 20 minutos, observar que hayan subido y estén doraditos. Colocarlos en otra bandeja para que enfríen y espolvorearlos con azúcar glas al gusto.
Sobre la fórmula auténtica de los scones, en realidad, se encuentra disponible en la web de Fortnum & Mason en inglés. La receta que ellas hacen es una réplica casi idéntica a la mencionada. Aunque Carlota y Esther prefieren prepararlos a su manera, le dan su propio toque añadiendo nueces, avellanas o chocolate. Ellas aseguran a sus colegas que es top secret, como si fuera un secreto de alto estado británico.

Los scones como stones
Carlota a veces mide la harina a ojo y entonces la masa le queda pegajosa, luego necesita echar más harina para salvar la receta. Otras, echa más leche de la necesaria. Al final, logra unos scones exquisitos, pero con una textura parecida a las galletas. “Parecen stones en lugar de scones”, bromea Esther, haciendo el juego de palabras con “piedra” en inglés cuando le salen duros.
“Están caralludos o cojonudos, como prefieras. Los ingleses dirían fucking brilliant. Los Windsor son mucho de confitura de grosella y de frambuesa, pero para mí donde estén las mermeladas caseras de nuestra tierra que se quiten esas exquisiteces”: comenta Carlota.
“Bueno, no dirás de puta madre delante de tus amigos los Windsor, ellos con su finura, dirían yummy yummy”, indica Esther.