“Postureo, empoderamiento, ecolojetas y zafia mediocridad”, mencionó el arzobispo de Oviedo en su homilía, ante el presidente de Asturias
El arzobispo de Oviedo Jesús Sanz Montes no se mordió la lengua el día de la Virgen de Covadonga, patrona de Asturias, y hasta sonrojo al mismísimo presidente del Principado, Adrián Barbón que llegó a declarar tras la homilía: «¿Pretende que no acuda más a la misa del Día de Asturias en Covadonga?»
El viejo refrán castellano sentencia: “El que se pica ajos come”.
La obligación del arzobispo es hacer reflexionar sobre temas polémicos, y en esta ocasión tiró de las orejas a los socialistas por asuntos feministas, ecológicos y morales: “postureo” y “ecolojetas”, denominó a las posturas de algunos políticos sobre la actualidad española. Así, Sanz Montes calificó el caso Rubiales en tono irónico como la «leyenda del beso» y argumentó que se usa «para tapar otras vergüenzas».
«Dejemos la leyenda del beso para la preciosa zarzuela de Reoyo, Silva y Paso con la música de los maestros Soutullo y Vert. Mejor esta zarzuela que los recientes sainetes jaleados con estrategias calculadas». Pero el asunto no quedó ahí, por si no había quedado claro, remarcó «frivolidades teledirigidas durante días y días en noticias amañadas para distraer la atención, eclipsar las vergüenzas o manejar bajo cuerda pretensiones y apaños a cualquier precio».
El arzobispo también se atrevió a tratar asuntos tan controvertidos como la eutanasia o el aborto.
Covadonga se convierte de esta forma en una plataforma donde la Iglesia opina sin mordazas ni censuras sobre temas políticos de actualidad.
Barbón se dio por aludido y se mosqueó. “Postureo, empoderamiento y zafia mediocridad», así calificó el arzobispo el comportamiento de los poderosos.
«Hablar de ecología es hablar de que nos importa la vida, toda la vida, evitando caer en la trampa engañosa de salvar solo algunas floras y faunas clasificadas por ciertas corrientes ecologistas que acaban siendo ecolojetas», afirmó Sanz Montes ante un presidente con ganas de marcharse a respirar aire puro a los lagos de Covadonga.
Informa Alfredo Muñiz.