Manitas de cerdo para la Mamma
A menos de media hora de Oviedo se encuentra Casa Chucho, en Turón, donde degusté unas manitas de cerdo inolvidables. Tras los «arbeyos» (guisantes) con yema, trufa, garum y panceta, me apetecía un arroz con leche de la casa para mantener el «michelín». Tras el almuerzo, le pedí a Natalia que me preparara unas manitas de cerdo para llevar a la Mamma. Y la chef me dio las indicaciones para montar el plato en mi casa.
Natalia le envía un beso para la Mamma que visitó recientemente el restaurante, para la ocasión eligió un elegante modelo con pompón rosa. Aunque no quiere que cuelgue sus fotos en las redes sociales porque tiene miedo hacerse famosa. Y es que la Mamma es mucha Mamma, ya le envié el vídeo a su WhatsApp porque ella sigue mandando en la cocina. Y donde manda patrón, no manda marinero. Ahora, le voy a mostrar la foto del resultado final del exquisito plato. Espero que le guste.
Las manitas de cerdo en París
En el pueblecito asturiano me acordé de un restaurante especializado en manitas de cerdo en París. Me lo recomendó el actor Juan Echanove hace años. Entonces presumía de que no cerraba ni un día al año. Desconozco lo que ocurrió durante el confinamiento. Si deciden visitarlo, les recomiendo que reserven mesa por Internet antes de partir. Aunque antes, les sugiero ir a probar las manitas de Casa Chucho en Turón (Asturias). Luego me dicen cuáles son mejores. «Ay, si las pilla Echanove», le dije a la chef. Y me apetecía preguntarle: ¿Natalia como tienes los pies? Porque las manitas las tiene de Santa.
El actor Juan Echanove nos recomendó una visita a Au Pied de Cochon, un sitio especializado en manos de cerdo.
Au Pied de Cochon, manos de cerdo en Les Halles
Au Pied de Cochon celebraba su 65 aniversario en el momento de nuestra visita. Desde 1947 permanecía abierto las 24 horas del día, salvo seis semanas que cerraron por reformas en 1984. En el bar se hizo famosa la esquina de los más humildes, a la vez que famosos de la política, el cine, el deporte y hasta astronautas visitaban el lugar. Consumían una media de 85.500 patas de cerdo al año, o lo que es lo mismo 21.375 cerdos.
Echanove nos sugirió que pidiéramos ostras y cañas de tuétano (Os a moelle rôti ou four, fleur de sel). También es típico la sopa de cebolla o los caracoles. Aunque la especialidad de la casa es la pata de cerdo al grill con patatas fritas y escarola, servido con salsa Béarnaise. Solicité que me lo sirvieran con verduras (legumes) y me pusieron palmitos, champiñones, tomate y patata cocida. Para el postre viene la gran duda: ¿crepes flambeados con Grand Marnier, flan a la vainilla de Bourbon o tarta de almendra? Decoración sin grandes pretensiones quizá un poco recargada. El restaurante ocupa todo el edificio y siempre hay cola para entrar. Aunque si reservas por Internet te pasan enseguida. Recomendable para los que les guste las manos de cerdo. Abren todos los días del año, presumían de que no cerraban la puerta ni apagaban la luz desde que abrieron.