
¿Pagaron los Ondina después de dos años?
Los actuales concesionarios publican en la prensa local una especie de comunicado manifestando que se marchan el 5 de mayo, añaden que se sienten muy dolidos, después de tantas trabas y problemas con la Fundación del Centro Niemeyer. Pues vale. Pero vamos a lo nuestro: ¿desembolsaron lo que debían o se marchan de rositas? Después de dos años ya es hora de pagar por tener el negocio en un espacio de titularidad pública. ¿No les parece?, ¿habrá que esperar a que el caso llegue al “Supremo”…? Imagínense que todos actuáramos de igual forma.
La concesión de los establecimientos gastronómicos del Niemeyer es voluntaria, y si estaban tan mal a gusto no entiendo porque no se marcharon antes, después de que el juez les hubiera condenado a irse. El contrato de los actuales gestores concluye en las próximas
semanas y esa es la verdadera razón por la que han avisado por burofax de su intención de marcharse. Es decir, apuran hasta el último momento, lo cual debe significar que les es rentable el negociete. Sobre todo, cuando se debe el canon establecido.
Menos protestar y a pagar de una Santa vez que ya va siendo hora. El juez cifró las deudas pendientes de Ondina en 105.882 euros, de las cuales 30.761,12 corresponden al canon fijo; 18.218 por el canon sobre venta y negocio, y 56.912,93, por el de beneficios. Esta cantidad fue estimada por el “arrendamiento” hasta el 30 de septiembre de 2015. Por tanto, a dicha cifra, habrá que sumar el montante correspondiente desde el 1 de octubre de 2015 hasta que se haga efectiva la salida del concesionario. Por su parte, el Centro Niemeyer tendrá que descontar de la deuda 27.547,64 euros euros por las obras realizadas. Al parecer, la sentencia se encuentra recurrida y los morosos aguantan hasta el último minuto.
La gran duda: ¿Enviarán un comunicado para anunciar el pago de las deudas después de dos años …? Así va el país.
Del Príncipe de Asturias al caos
Para comenzar me gustaría subrayar que los edificios del Niemeyer están catalogados como obra única en España del arquitecto Príncipe de Asturias Oscar Niemeyer, y enfatizar que son de titularidad pública, por tanto no se trata de una empresa privada donde el
patrón puede realizar lo que le de la gana. Los planos iniciales del proyecto fueron donados en su día a la Fundación Príncipe de Asturias como agradecimiento al Premio de la institución que llevaba el nombre del actual rey Felipe VI. A la postre, el Gobierno del Principado de Asturias eligió Avilés como lugar idóneo para su instalación, después de un rifirrafe con el entonces alcalde de Oviedo Gabino de Lorenzo que sabiendo la importancia del proyecto quería colocar el Niemeyer en su ciudad.
Regresemos a la situación actual, la crisis económica ha recortado presupuestos y los políticos se han bajado del guindo. Brad Pitt y sus arquitectos se olvidaron de las posibles inversiones en la villa del Adelantado. Sir Norman Foster continua con su lady en la mansión de Londres y tampoco ha dado señales de vida con su cacareado posible proyecto para la ría de Avilés. Los actores y cantantes de la ceja también parecen haberse olvidado de sus alegres veladas en el Niemeyer y alguno está más preocupado de las inspecciones del ministro de Hacienda…. Hasta el cocinero José Andrés, que en su día fuera nombrado asesor gastronómico del centro, pasa del tema en sus visitas a Asturias y, por supuesto, prefiere acompañar a Obama en su viaje a Cuba. Incluso desapareció la placa de Woody Allen en la butaca del mini cine, hay quien dice que la retiró el antiguo director Natalio Grueso…
París, Londres, Nueva York y Avilés son destinos turísticos de distinta relevancia… Sea como fuere, el Niemeyer necesita una cafetería decente y un proyecto gastronómico para la Torre, diseñada por uno de los grandes en la arquitectura mundial y con unas vistas espectaculares. Esta semana se decidirá el futuro gastronómico del Niemeyer, según me cuentan en privado…Veremos. Informa Alfredo Muñiz.
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