La sencillez de lo exquisito en la gastronomía asturiana: tradición y modernidad
En el mundo de la moda el minimalismo triunfa entre los más elegantes.
En la cocina, los grandes maestros de los fogones demuestran que lo menos, es más. Y no me refiero a la ración de la comida, sino al toque de los ingredientes para lograr un sabor exquisito.
Entre los gourmets está de moda el vocablo japonés “umami” que significa sabroso, calificado como un sabor más, junto con el dulce, ácido, amargo y salado.
En la última visita a Casa Gerardo, en Prendes (Asturias), Pedro y Marcos Morán me demostraron como logran desarrollar los sabores más deliciosos de la cocina asturiana y actualizarlos. Además, en la carta incluyen sabores de otras culturas como las berenjenas baby con un curry ligero con cúrcuma, pistacho y queso asturiano de Rey Silo. Un verdadero viaje a la India.
Tradición y modernidad
El equipo de Casa Gerardo ha sabido respetar el legado de generaciones pasadas y darle un toque de absoluta modernidad. La fabada asturiana, los callos o el arroz con leche siguen siendo las estrellas de la carta, pero con un toque más actual.
Degustamos el salpicón de bugre (bogavante del Cantábrico) con vinagreta de Geles, la madre de Pedro, recientemente fallecida. Su espíritu permanece presente, igual que el de su padre Gerardo con una fotografía a la entrada. Mi madre se emocionó al verlo y recordar otros tiempos, cuando íbamos con el abuelo Alfredo y el que escribe esta columna devoraba las cazuelas de callos cómo si no hubiera un mañana.
Por supuesto, pedimos los nostálgicos callos en honor a aquellos tiempos. Ahora, los sirven con una pipeta de aceite picante para los que quieran potenciar este sabor. Y hasta los puedes degustar en tu casa si los encargas al catering del establecimiento.
Me quedé con las ganas de una ración de croquetas de jamón ibérico y de un plato de fabes con almejas, pero tendrán que esperar a la próxima visita.
De postre, no podía faltar el arroz con leche, convertido en una verdadera crema de arroz deliciosa. El gran secreto es la magnífica leche asturiana recién ordeñada, probablemente sea imposible reproducirlo en otros paisajes. Es necesario venir a probarlo a Asturias.
En el reel que colgué en Instagram suena un divertido audio con acento latinoamericano que dice: “España vive para comer y beber. Ese es el deporte de ese país”. Casa Gerardo siempre vence en cuestiones de sabor.
Informa Alfredo Muñiz