Avilés hace 34 años
En noviembre de 1989 la población alemana derribó el Muro de Berlín. En la misma fecha, el paseo marítimo de Salinas comenzaba a resquebrajarse. Dos meses más tarde fue derribado por la fuerza del mar….
Con la llegada del último día del mes de noviembre de 1989 cerraba sus puertas uno de los comercios con más solera en Avilés. Su nombre todavía es recordado por los más mayores, se trata de “La Reforma”, una nostálgica tienda para gourmets, que renace todos los años en la ría de Avilés en época navideña. Famosa por sus cestas y regalos de alimentación y bebidas para celebrar las fiestas.
Hoy en día, La Reforma pertenece a la sociedad MUYGON, herederos del emporio de Don Alfredo, y se encuentra en un inmueble de dicha sociedad, adosada a SUPERCASH.
La Reforma fue una tienda de comestibles situada en la calle Marqués de Teverga (La Muralla). Pese a las estrecheces de la época, allí se encontraban verdaderos productos para gourmets. Eran famosos sus fiambres, quesos, alubias, aceite, vinos de calidad y un sinfín de productos que hacían las delicias de los hogares más privilegiados, y también de los necesitados. En nuestros días, me llegan comentarios de agradecimiento a través de las redes sociales provenientes de familias con necesidad en la posguerra que fueron ayudadas por mi abuelo Alfredo González.
La Reforma también tuvo su propia canción, escrita por Don Pablo, un cura de la parroquia de Salinas que inspirándose en la música de «Mi casita de papel» escribió una letra ensalzando el establecimiento: «Nosotros ricos quesos comeremos y jugosos jamones de Avilés, comestibles variados y conservas acompañados de la sidra y el Jerez. Que feliz nuestra casa será, si compramos …». La canción sirvió hasta para cuñas publicitarias en la radio.
Fue mi abuela Carmina la que confeccionó el primer logo con el repartidor diligente y la que se inspiró para recobrar el nombre comercial de sus negocios familiares en México.
Alfredo González también fue uno de los impulsores de la marca «jamón de Avilés», recuerdo de pequeño cuando aprendí a seleccionar los jamones con una cala de hueso. Los jamones se almacenaban en los almacenes de la entonces calle de Pinar del Río.
En Salinas, La Reforma se instaló en la misma acera de la desaparecida sidrería La Gaspara. González fundó igualmente el primer supermercado de Avilés a finales de la década de los 50, se llamaba «El Sumer», estaba situado en la calle de La Cámara, donde hoy se encuentra el centro comercial El Atrio.
El emprendedor viajó a Estados Unidos para empaparse con las últimas tendencias de la época e introdujo en nuestra tierra el carrito de la compra.
En Asturias creó una sociedad que impulsó también el primer supermercado implantado en Gijón y otro en Oviedo.
A la postre, se dedicó a la distribución a la hostelería desde su almacén de coloniales «González y Cía.», instalado en «El Arbolón», cerca de donde hoy se ubica el Centro de Empresas La Curtidora.
En 1989, el que escribe esta crónica disfrutaba de una beca Erasmus en Dublin City University, allí terminaba una especialidad en Ciencias Económicas y Empresariales. Recuerdo con nostalgia cuando mi abuela Carmina me llamó por teléfono para darme la noticia del cierre de La Reforma.
Mi abuela me contaba que durante la posguerra recibir una cesta de Navidad era como el Gordo de la lotería; los repartidores se paseaban portando las cestas en la cabeza por las calles de Avilés para que todo el mundo viera los trofeos gastronómicos de los más privilegiados con su jamón y su botella de sidra achampanada. Han pasado 34 años.
Alfredo Muñiz