La Familia Real tiene un escándalo diario que tapar. Si bien han logrado acallar los debates televisivos sobre el polémico libro «Adiós, Princesa», no pueden censurar las decisiones judiciales sobre el caso Urdangarin. Aunque indudablemente la infanta Cristina tiene derecho a defenderse como cualquier español y ya ha comenzado a ejercerlo. Así la defensa de la infanta Cristina ha rechazado hoy la petición del juez del caso Nóos a la Agencia Tributaria de sus diez últimas declaraciones de la renta por considerar que no hay indicios de criminalidad contra ella que justifiquen «tal injerencia en su intimidad».
Los abogados de la duquesa de Palma han presentado un recurso de reforma contra el oficio dirigido por el juez, José Castro, a la Agencia Tributaria, solicitando las diez últimas declaraciones del IRPF de la infanta Cristina y pidiendo que esa diligencia quede sin efecto.
Lo rechazan porque consideran que es una «diligencia prospectiva», al no haber indicios previos e inequívocos de criminalidad, y también «superflua y de nula utilidad».
Además, alegan que el juez instructor no da en su auto ninguna razón por la que pide las declaraciones de renta de los duques de Palma y señalan en concreto que las solicita «sin ofrecer motivación alguna».
Lo rechazan porque consideran que es una «diligencia prospectiva», al no haber indicios previos e inequívocos de criminalidad, y también «superflua y de nula utilidad».
Además, alegan que el juez instructor no da en su auto ninguna razón por la que pide las declaraciones de renta de los duques de Palma y señalan en concreto que las solicita «sin ofrecer motivación alguna».
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