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La idea de pagar un café por adelantado para un necesitado

Nació en Nápoles y se está extendiendo a través de las redes sociales por multitud de establecimientos que intentan aportar un granito de arena para ayudar a los que más lo necesiten. La gente paga anticipadamente el café a alguien que no puede permitirse el lujo de una taza caliente. Incluso hay quien paga un bocadillo o una cervecita. Esa costumbre ya ha salido de las fronteras de Italia y se ha extendido a muchas ciudades de todo el mundo.

El café pendiente

“Entramos en un pequeño café, pedimos y nos sentamos en una mesa. Luego entran dos personas.:
– Cinco cafés. Dos son para nosotros y tres “pendientes”.
Pagan los cinco cafés, beben sus dos cafés y se van. Pregunto:
– ¿Cuáles son esos “cafés pendientes”?
Me dicen:
– Espera y verás.
Luego vienen otras personas. Dos chicas piden dos cafés – pagan normalmente. Después de un tiempo, vienen tres abogados y piden siete cafés:
– Tres son para nosotros, y cuatro “pendientes”.
Pagan por siete, se toman los tres y se marchan. Después un joven pide dos cafés, bebe sólo uno, pero paga los dos. Estamos sentados, hablamos y miramos a través de la puerta abierta la plaza iluminada por el sol delante de la cafetería. De repente, en la puerta aparece un hombre vestido muy pobre y pregunta en voz baja:
– ¿Tienen algún “café pendiente”?

Este tipo de caridad, por primera vez apareció en Nápoles. La gente paga anticipadamente el café a alguien que no puede permitirse el lujo de una taza de café caliente. Allí dejaban en los establecimientos de esta manera no sólo el café, sino también comida. Esa costumbre ya ha salido de las fronteras de Italia y se ha extendido a muchas ciudades de todo el mundo.

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Publicado el May 28 2013. Archivado bajo Actualidad, Hosteleria, Lujo en tiempos de crisis. Puedes seguir las respuestas de esta entrada por RSS 2.0.

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