Esperanza Aguirre (condesa de Bornos y Murillo consorte y nieta de los condes de Sepúlveda) sigue siendo una reina en el arte de la comunicación y así lo demostró en el programa de Bertín Osborne. Entre las anécdotas contó que su marido, el conde, la invitó a patinar y a una hamburguesa en su primera cita.
En casa del cantante Osborne preparó un arroz con jamón aunque confesó que no cocina demasiado. Por lo visto la receta del arroz proviene de su suegra, la marquesa de Casa Valdés, muy unida al mundo del golf. La receta es bien simple: cebolla pochada, jamón picado, un poco de salsa de tomate, caldo de carne y agua. ¿Echaría una pastillita de avecrem? Recalcó que hay que echar el doble de líquido que de arroz, algo que saben hasta los MasterChef babies. No sabía si rehogar primero el jamoncito o el arroz, quizás sea mejor echar primero el jamón pero que me corrijan los expertos. Por lo demás, 22 minutos a fuego lento y listo para comer. Bebió vino con gracia y salero, y demostró que tiene buen apetito.
En una de las últimas visitas a Asturias, la lideresa visitó el restaurante Vista Alegre, en la playa de la Griega (Colunga), antes de que le otorgaran el premio a la mejor fabada del mundo 2016. En Asturias es fácil encontrarla en La Pondala (Somió) en el mes de agosto, tras acudir a una corrida de toros. Las fiestas del Club de Golf son otro de sus lugares favoritos. Incluso coincidimos con ella en Operaomnia o en Madrid en La Castafiore.
Golf, toros, caballos y buena gastronomía
Esperanza Aguirre sigue buscando su oportunidad de llegar a la presidencia del Gobierno, así lo opinan los que la conocen bien. Vamos a relatar una anécdota inédita ocurrida en un restaurante de Madrid en el año 2010. En una ocasión fue invitado a cenar en La Castafiore (Calle Marqués de Monasterio 5. Metro Colón). El establecimiento es uno de esos lugares donde los camareros protagonizan improvisaciones de ópera durante la cena. La música de un piano acompaña toda la velada. La gran sorpresa de la noche fue que la expresidenta de la Comunidad de Madrid estaba presidiendo la mesa contigua con numerosos miembros de su familia, entre ellos su esposo, Fernando Ramírez de Haro, conde de Murillo, desciende del marqués Félix Valdés de los Ríos. En La Castafiore se sirve un menú mediterráneo del que destaca el medallón con foie con aceite de Oporto. Aunque no esperen un restaurante de estrella Michelin ni unas sopranos de La Scala de Milán. El espectáculo de ópera es divertido con improvisaciones de los intérpretes y aire desenfadado. Del menú quizá la mejor opción sean los platos italianos.
Pues bien, a los postres los camareros comenzaron a servir un cava de la casa para que los comensales pudieran brindar con la música de La Traviata de Verdi. Entonces un famoso empresario madrileño se dirigió a la jefa de sala para que obsequiara a la presidenta Aguirre con una de las mejores marcas de champán francés. Esperanza Aguirre se levantó inmediatamente de la mesa para agradecer el cumplido pero con todo respeto explicó que no podía recibir ningún tipo de regalo para evitar malentendidos.
Esa misma mañana la presidenta acudió a la inauguración de una fábrica en la sierra madrileña y casualmente el que escribe esta columna también coincidió con ella. Al verme en el restaurante, me reconoció y saludó con amabilidad. Entonces aproveché para preguntarle por las posibilidades de Cascos ante las elecciones autonómicas del Principado. A lo cual respondió: “Hay muchas esperanzas de que Cascos sea el próximo presidente de Asturias” y acertó pero lo que no adivinaba entonces es que su amigo abandonaría el PP. La profecía se cumplió aunque para ello el exvicepresidente de Aznar tuvo que abandonar el Partido Popular. La gran duda, ¿aspira Aguirre a formar un tea-party con el sector más conservador del PP?, ¿se unirá Cascos al equipo de su amiga Esperanza?, ¿regresará Aznar como el gran salvador? Veremos, de momento doña Espe habla de renovación pero no tira la toalla.
¿Regresará la lideresa a Asturias para reflexionar?
Esperanza Aguirre acude todos los veranos a su retiro de Pravia en Asturias. Su familia consorte regenta el palacio de la Marquesa de Casa Valdés, en la que fuera capital del reino astur en época del rey Silos. Allí la lideresa aprovecha para reflexionar y solía trazar las líneas maestras de la Comunidad madrileña.
En una de sus visitas manifestó que la tranquilidad del pueblo asturiano le otorga la prudencia necesaria para elaborar su plan anticrisis. Además, el palacio de su familia consorte le otorga privacidad, descanso y libertad de movimientos; un pariente de su esposo, Fernando Ramírez de Haro, mandó construir el histórico edificio.
Vacaciones austeras
En Pravia a primera hora la presidenta suele dedicarse a trabajar en vacaciones. Luego doña Esperanza recorre el mercado de frutas y verduras del pueblo, desayuna en la pastelería Siola y es una asidua de las corridas de toros en Gijón, como una turista más.
Por supuesto, siempre tiene tiempo para practicar su deporte favorito en el Real Club de Golf de Castiello donde sus colegas murmuran con sorna que “cada día año tiene mejor swing”. En realidad, los más envidiosos cotillean que su hándicap ha empeorado. Sea como fuere, en Gijón se siente como en su casa y al entrar en la plaza de toros es vitoreada a gritos de “torera, torera”. Ella muestra cara de satisfacción y es la primera en sacar el pañuelito blanco pidiendo orejas y rabo.
Además en los club privados de Gijón solía reunirse con su amigo Rodrigo Rato con quien también coincidió en la plaza de toros llegando a compartir palco. Por lo demás, suele asistir a alguna fiesta privada de la jet asturiana. Incluso tras la victoria de Cascos quedó a cenar con él y María Porto en La Pondala (Gijón), tras una de las corridas de la Feria de Begoña recién investido presidente. Ahora se rumorea una presunta separación entre Cascos y Porto, aunque la pareja desmiente el cuchicheo: Cascos pesca un salmón de 4,5 kilos y continúa feliz con María Porto.
condesa de Bornos. Consorte, pero condesa y Grande de España. El apelativo fue cosa de Rafael Simancas –el socialista apeado de la presidencia de la Comunidad de Madridtamayazo mediante– y arraigó tan sonoramente que así ha quedado. Pablo Iglesias, por su parte, no se confundió hace unos días al referirse a Aguirre como “la condesa de la corrupción” de “sangre azul”. Y ella contestó que esa declaración era “una demostración de su machismo”.
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Mejor fabada del mundo 2016 para Colunga
