La exnuera de la duquesa de Alba, Genoveva Casanova deslumbra con su discurso cultural
La mexicana, exmujer de Cayetano de Alba, fue el hazme reír de la noche con su lapsus sobre la autoría de El Quijote mientras recogía un premio. La peña periodística Primera Plana entregaba a Genoveva Casanova el ‘Excelencia Folli Follie’, un nuevo premio como reconocimiento a su labor para promover la cultura. No en vano, ejerce como directora de proyectos de la Casa de Alba. Su exsuegra Cayatena no pudo asistir porque sigue hospitalizada en Roma tras la ruptura de fémur. De todas formas, allí estaba su exmarido dándole apoyo. En pleno discurso tuvo una metedura de pata de padre y muy señor mío: «No podemos saber quiénes somos si no nos conocemos y entendemos quién fue Goya y por qué pintó los lienzos como El fusilamiento del 3 de mayo. No podemos comprender el siglo XVII sin obras como El Quijote de Quevedo ni la Guerra Civil española sin Manuel de Falla o García Lorca«. Con lo bien que hubiera quedado si le hubieran revisado el texto. Son errores que ocurren en las mejores familias, Cayetano le sonría y le guiñaba un ojo como si nada hubiera ocurrido. Sin duda los nervios juegan malas pasadas. La joven rápidamente se excusó: «Estaba muy nerviosa». Seguramente ese día no fue a clase…
En el resto del discursito Casanova quiso dio las gracias y les dedicó el galardón a sus seres más queridos: «Este premio ha sido posible gracias a varias personas. No quiero perder la oportunidad de darle las gracias a mis compañeros de trabajo que hicieron posible el legado de la Casa de Alba, todos los que han trabajado conmigo en la fundación».
La mexicana recordó a su familia: «A mi madre por su amor, a Cayetana por poner en mí siempre su confianza y a Cayetano por enseñarme a no rendirme nunca. Bueno, y a mis niños porque seguramente me miran. Con la cultura se puede ver el mundo más hermoso, más triste, más mágico… de lo que es». Para rematar explicó: «Yo personalmente vivo en un mundo de magia en donde todo es posible, en donde no hay contradicciones. Los opuestos no se oponen, sino que se complementan».
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