Alberto Chicote se sentó en una de las mesas de L’Orbayu, cual es su sorpresa cuando ve las croquetas con su nombre: “croquetas Chicote”. El chef pide una ración. Sin embargo cuando las prueba comenta: “hay que joderse, ¡qué morro tienen!”. En la cocina cotillean: “tenemos las croquetas del Mercadona”, y la dueña apostilla “son croquetas caseras hechas con la receta de Chicote”. Los hosteleros hasta escribieron con bolígrafo sobreimpreso sobre la carta original el nombre de Chicote para pelotear al chef. Pero el asunto no colo y al cocinero no le hizo ninguna gracia. El chef de “Pesadilla en la cocina” también probó los mejillones al vapor de L’Orbayu: “Vaya puta mierda”, sentenció. Los problemas con las camareras y las pintadas en la cocina son otros de los temas que cabrean a Chicote. Relacionado: Chicote cuenta en la tele su pesadilla asturiana
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