La cena con los Príncipes de Asturias en la víspera de los Premios

El atracón de los Príncipes de Asturias en los Premios y la cordial cena de hermandad…

A la princesa le encanta regresar a Asturias para disfrutar de la buena mesa y así lo demostró en la cena de gala celebrada en la Plaza de Trascorrales.

«Pedazo de atracón se pegaron sus Altezas los príncipes de Asturias», comenta uno de los patronos asistentes al acto. Doña Letizia se mostró realmente agradable con todos y pese a su delgadez devora como una lima. Entre los cotilleos de los comensales se escuchaba: “La periodista princesa es muy buena comedora, no sé donde lo mete con ese tipín escultural”. Para la ocasión la señora de Borbón lució un conjunto de chaqueta de lentejuelas negro con pantalón del mismo tono y una sencilla blusa blanca. Don Felipe ejerció de locuaz anfitrión, conversando amablemente con diestro y siniestro.

Un encuentro de hermandad entre viejos camaradas

El presidente del Principado Francisco Álvarez-Cascos agasajó a sus Altezas, acompañado de su deslumbrante esposa María Porto. La primera dama causó sensación con un modelazo de noche en tonos brillantes por encima de la rodilla. Entre los asistentes se encontraba el alcalde de Oviedo Gabino de Lorenzo, enemigo íntimo de Cascos; junto con el expresidente socialista Vicente Álvarez Areces y el expresidente Sergio Marqués quien a finales de los 90 abandonó el PP por diferencias con su Secretario General, cargo regentado entonces por Cascos. Durante la cordial cena de hermandad todo fueron sonrisas…

Don Felipe y doña Letizia con los mandamases de su Principado

Al banquete de gala acudieron igualmente los premiados de la presente edición, excepto el atleta etíope Haile Gebrselassie que prefirió una dieta más light. Asimismo no faltaron los patronos de la Fundación Príncipe de Asturias que rindieron homenaje a los futuros reyes de España, entre los rostros más destacados: el hereu de Tudela Veguín Fernando Masaveu; el oftalmólogo oficial del reino Luis Fernández-Vega, y el bursátil ejecutivo de GAM, Pedro Luis Fernández que acaba de contratar al reestructurador de Lehman Brothers para evitar la quiebra. La comitiva estuvo encabezada por el presidente de la Fundación Príncipe, Matías Rodríguez Inciarte.

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La plaza de Trascorrales sirvió de marco incomparable para recibir a los ilustres invitados. Uno de los patrones principescos, lector habitual de nuestra revista www.parahoreca.com, nos filtró el espectacular menú elaborado por los cocineros de Casa Gerardo y Somió Park, Pedro y Marcos Morán con su ejército de colaboradores.

El inolvidable menú de los Premios con sabor asturiano

En los aperitivos se sirvió jamón de pata negra, Joselito Gran Reserva 2008. Además de una selección de productos asturianos de primera: quesos de afuega´l pitu del Rey Silo; de Varé y ahumado de Pría. La histórica crema de nécoras (andaricas) de Prendes; crujientes de queso; tostas de anchoa; sardinas en verde; pulpitos del pedreu con pimentón; cebollitas rellena de pisto de bonito y croquetas de bugre (bogavante).

Como platos principales destacaron: la merluza del Cantábrico en salsa marinera. «Simplemente para quitar el hipo», declara nuestro confidente. Además de un arroz con pitu de caleya (pollo casero). Para rematar la velada: torrijas caramelizadas, helado de arroz con leche, rocas de avellana y trufas de chocolate.

Como maridaje los vinos de la Casa Masaveu fueron las estrellas de la noche. Un blanco Fillaboa, Albariño de las Rías Baixas del 2010; tinto de Rioja de Veguín de Murúa del 2000 con aromas de frutas del bosque y compota de ciruelas; y la reina de la Casa Masaveu, sidra Valverán champanizada Brut. A la hora de los brindis se eligió Cava Freixenet Reserva Real y Elyssia.

En los ambientes gastronómicos del Principado, al conocer los pormenores del menú publicado en exclusiva por PARAHORECA, se criticó que los vinos y embutidos no fueran asturianos. «Que pongan jamón de jabugo de Noreña y champagne de Lugones, hay que hacer patria», espetan.

Buffet en medio de un overbooking civilizado

En el día de la entrega de los Premios el almuerzo siempre se sirve en el Hotel Reconquista. Buffet con fabada, salmón, pastel de cabracho, rape alangostado y roast beef son los platos habituales. Exquisiteces regadas con “vino de la casa”, como se pueden imaginar de los Masaveu. Ante la gran cantidad de asistentes entre invitados, premiados y patronos se forma un poco de jaleo. Aunque con paciencia siempre se puede esperar hasta los postres  con casadielles, tocinillo de cielo, dulces de avellana y arroz con leche. Algunas señoras se retiran pronto para ultimar los detalles de peinado, maquillaje y vestuario para la gala, entonces comienzan a quedar las sillas libres para los rezagados. La reina doña Sofía llega siempre el día de los premios por lo que no asistió a la cena de gala.

A continuación tiene lugar el solemne acto del Campoamor. En esta edición Leonard Cohen, Premio Príncipe de Asturias de las Letras; Arturo Álvarez-Buylla, uno de los tres galardonados con el Príncipe de Investigación Científica; y Riccardo Muti,  Príncipe de las Artes, fueron los encargados de pronunciar los discursos en la ceremonia de entrega de los insignes galardones. Mutti fue también el elegido para dirigir el concierto celebrado en el Auditorio la víspera. Leonard Cohen emocionó al auditorio al relatar la historia de su primer profesor de guitarra, un español que se suicidó en Montreal. Álvarez-Buylla explicó los avances en las investigaciones del cerebro humano y Muti glosó los vínculos de España con su tierra napolitana. Entre los invitados más populares se encontraba la baronesa Tita Cervera, sentada en el Campoamor junto al duque de Huéscar, Carlos Juan Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo; Rodrigo Rato y Miguel Ángel Revilla, por citar alguno de la larga lista. Cerró el acto el príncipe Felipe con un discurso en el que rindió un homenaje a las víctimas del terrorismo etarra: «la libertad y la razón se abren camino sobre la barbarie», remató ante un auditorio puesto en pié aplaudiendo la victoria contra ETA. Tras la entrega de premios, la crème regresó al “campamento base” del Hotel Reconquista, de 8 a 10 de la noche, para disfrutar de un cóctel de despedida.

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El presidente del Principado Francisco Álvarez-Cascos y su esposa María Porto a la llegada al acto del Campoamor. La primera dama prefirió permanecer en un segundo plano, hasta tal punto que algunos medios nacionales sentenciaron que no había presenciado la entrega de Premios. Algo completamente falso como demuestra la fotografía publicada bajo el texto. María Porto acudió a todos los actos de los Príncipes, por la mañana luciendo un elegante conjunto en negro y por la tarde con un ajustado modelo entubado en dos tonos grises y un nuevo peinado, quizá para algunos resultó irreconocible. Llegó con Cascos pero evitó salir en la tele en prime time dando la bienvenida. Aunque tras la entrega de Premios saludó a la Reina doña Sofía y a sus Altezas los Príncipes de Asturias en el hall del Campoamor. Momento que no fue recogido por las cámaras… Informa Alfredo Muñiz.