En ocasiones la vida te pega una bofetada. Unos pierden el trabajo; otros sufren enfermedades o se sienten acosados. Los más desfavorecidos se quedan sin vivienda, sobreviven en un trastero de alquiler o se ven obligados a regresar a casa de sus padres.
En los momentos de crisis recordar los tiempos más felices
Con los amores y con las amistades ocurre algo parecido como consecuencia del ritmo frenético de la vida. La falta de comunicación, el excesivo uso de los fríos mensajes de WhatsApp, los prejuicios y los pensamientos negativos convierten una tontería -una broma o un simple comentario que no pretendía indignar- en un drama sentimental. En otros casos, lo que antes era de color de rosa idealizado se transforma en negro carbón. En las fases de la vida depresivas se suelen dar demasiadas vueltas a la cabeza o ante dificultades económicas o celos infundados se va tejiendo una madeja que desemboca en desamor. Por eso en los momentos de crisis nada mejor que escuchar un bolero y recordar los tiempos felices. Hacer balance de lo positivo y olvidarse de los malos rollos. Los americanos bromean con el dicho de que cada 8 años hay que cambiar de coche, trabajo y mujer.
La crisis de los 7 años
La antropóloga Helen Fisher considera que las rupturas de pareja suelen producirse al cabo de 4 años de relación. Las crisis periódicas son algo habitual aunque la más famosa suele llegar en torno a los 7 años. Frustraciones, aburrimiento, monotonía, falta de comunicación o simples tonterías fruto de los celos suelen ser las causas más comunes. Lo ideal sería hacer balance y modificar aquello que no funciona con el propósito de mejorar, la otra alternativa es dar por finalizada la relación.
En ocasiones el amor no es correspondido y puede llegar a provocar la locura. Los amantes encadenados por Cupido se convierten en corazones despechados. Perturbado por la pasión, los celos o el deseo el enamorado es capaz de provocar su propia autodestrucción. Quizá la escena que mejor describe ese estado de enajenación mental sea: La ley del deseo con Antonio Banderas de chico Almodóvar y música de bolero: “Lo dudo, lo dudo, lo dudo que tú llegues a quererme como yo te quiero a tí; lo dudo, lo dudo, lo dudo, que halles un amor más puro como el que tienes en mí”.
Ante las ausencias, siempre conviene tener un resquicio de esperanza: Dicen que la distancia es el olvido
Aporta tus propias sugerencias y cuida el día a día. Como decían en Love Story: “Amar es no decir nunca lo siento”.
Chavela Vargas fue una maestra para cantar al desamor, busca tu canción favorita y escúchala con una copa de vino. Seguro que te sentirás mejor. Prueba con “Si nos dejan” de Luis Miguel.
“Si nos dejan”, interpretado por Luis Miguel
Si nos dejan
Nos vamos a querer toda la vida
Si nos dejan
Nos vamos a vivir a un mundo nuevo
Yo creo podemos ver
El nuevo amanecer
De un nuevo día
Yo pienso que tú y yo
Podemos ser felices todavía
Si nos dejan
Buscamos un rincón cerca del cielo
Si nos dejan
Haremos con las nubes terciopelo
Y ahi juntitos los dos
Cerquita de Dios
Será lo que soñamos
Si nos dejan
Te llevo de la mano corazón
Y ahi nos vamos
Si nos dejan
De todo lo demás los olvidamos
Si nos dejan.

