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Tita Thyssen no pudo ver a su nieto Enzo debido al mal rollo con su nuera

Las imágenes de Tita Thyssen saliendo del hospital, tras conocer la noticia del nacimiento de su nieto, valen más que mil palabras. Con un elegante abrigo rosa palo de entretiempo, Tita se muestra tensa, desencajada, en su rostro no se adivina la felicidad de una abuela que acaba de ver a su bebé nieto recién nacido. Carmen Cervera hizo el esfuerzo de ir a la clínica, incluso dicen que canceló un viaje al enterarse del nacimiento. No obstante, su nuera no quiso ni recibirla o tal vez Tita no quiso ni verla…., los rumores apuntan que fue el propio Borja el que decidió que su madre no debería entrar en la habitación. Por lo visto, la baronesa se reunió con su hijo en una sala contigua. Ambos tenían mucho de que hablar, y lo hicieron, a sabiendas de que en ese momento Blanca no podía meter las narices porque se encontraba exhausta tras el parto.

Borja abrazó a su madre después de dos años sin verla, posiblemente charló sobre las posibles alternativas para llegar a un acuerdo económico sobre su herencia. La baronesa prefiere solucionar las desavenencias mediante un pacto que llegar a la triste situación de tener que enfrentarse a la decisión de un juez.

La mayor alegría de Tita hubiera sido haber abrazado a su tercer nieto recién nacido, después de no haber asistido al hospital en los dos partos anteriores. Sin embargo, probablemente le pusieron disculpas de que el niño estaba dormido y la madre agotada. Quizá el médico les había aconsejado que no recibieran a nadie o sencillamente le dijo: «Mamá después de dos años sin vernos no se va a arreglar todo porque veas al bebé». Vete tú a saber. La conversación podría haberse enfocado desde un punto de vista más diplomático: «Ya sabes mamá que el parto se adelantó 15 días. El niño pesa 3,2 kilos y es hermoso. Todo ha salido perfecto pero cómo comprenderás Blanca está con dolores y el niño duerme como un lirón. Será mejor que lo veas en otro momento…». Las hipótesis van desde que la baronesa sólo pretendía mejorar su imagen de cara a los medios a que Blanca no puede ver a su suegra ni en pintura.

Lo evidente es que la tensión entre la baronesa y su nuera no se ha solucionado. Saludarla tras el parto tan sólo serviría para acrecentar los malos rollos. Así las cosas, Tita se vio obligada a quedarse con las ganas de ver al bebé. El pequeño se llama Enzo nació en la Rúber que es algo así como la clínica de la jet. A partir de ahora podría considerarse también como un lugar propicio para firmar paces.

Seguramente la relación con Borja ha mejorado, ahora tan sólo le falta a la baronesa meterse a su nuera en el bolsillo. Eso va a ser más complicado. Sobre todo si Blanca recuerda que cuando se quedó embarazada de «panalty», la baronesa no le dio su apoyo. Sino todo lo contrario, se negó a ir a la boda y declaró públicamente que Blanca no sería una buena esposa para su hijito. Incluso le obligó a hacer la prueba de paternidad a Borja porque sospechaba que el hijo no era suyo. ¿Tomará juntas suegra y nuera por Navidad? Veremos.

Informa Alfredo Muñiz

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Publicado el Oct 11 2012. Archivado bajo Actualidad, Gastrocotilleo, Hosteleria. Puedes seguir las respuestas de esta entrada por RSS 2.0.

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