¿Habemus presi?
El Síndrome de Peter Pan o miedo a madurar se ha impuesto en la política española, e incluso en algunos hijos de papá que se niegan a afrontar la realidad. Viven en un mundo ideal, en el país de “Nunca jamás” con un hada que arregla ollas y teteras. En el cuento se llama Campanilla. En ocasiones es malcriada y vengativa, otras veces se convierte en servicial y amable con Peter como si estuviera volando en el metaverso. ¿Tendrán sentimientos románticos?
Sea como fuere, los extremos en la personalidad de Campanilla son efecto de su tamaño pequeñito de hada madrina. Campanilla puede hacer que otros vuelen espolvoreándoles “polvo de hada”.
¿A quién les recuerda la Campanilla de Peter?
Entretanto, Pedro Sánchez como símbolo de un PSOE cada vez más dividido, sella un pacto programático del Gobierno con Sumar.
¿En quién estaría yo pensando?
¿Se unirá el capitán Garfio a la coalición?
Cada vez me resulta más compleja la política española, casi me parece más sencilla conquistar el país fantástico de Peter Pan.
Resulta que, en España, hace falta cerrar acuerdos de investidura con PNV, EH-Bildu (por lo visto, ya ha coqueteado con los socialistas), ERC, BNG y, Junts per Catalunya.
¿Se olvidarán Peter y Campanilla de todos estos compis?
Ya estoy otra vez confundiendo la política con el cuento. Volvamos a la realidad.
La portavoz de la Generalitat, la republicana catalanísima Patricia Platja, asegura que ella no se casa con nadie. Sus palabras textuales fueron: “aún se está lejos de que Sánchez pueda ser investido”.
ERC exige: “Amnistía, avanzar en las condiciones para ejercer el derecho de autodeterminación, traspaso de Rodalies y acabar con el déficit fiscal de más de 22.000 millones de euros”.
En cuanto a Junts, el partido de Puigdemont exige, de momento, poner fecha concreta a la oficialidad del catalán en la UE para comenzar a negociar… La opacidad de las relaciones crece. Aunque parece que los más críticos no quieren pactar con Pedro Sánchez: “El Consell de la República bloquea la investidura de Sánchez por mayoría democrática y deja a Puigdemont contra las cuerdas”….
No obstante, Peter saca pecho y elige un museo de arte moderno, el Reina Sofía, para presentar un pacto de 230 medidas que incluye trabajar menos para ganar más. O como diría la Yoli desde el metaverso: “Vamos a lograr una reducción progresiva de la semana laboral hasta las 37, 5 horas”. Además de otros detallitos como “la prórroga del impuesto a la banca”. Pues vale.
A la prensa, ni una explicación que son los malos del cuento y la pueden liar. Dejémoslo en que todo va sobre ruedas y vas a soñar en el país de Nunca Jamás. Alfredo Muñiz