El juez José Castro, encargado del caso Nóos, se encuentra posiblemente ante el mayor escándalo protagonizado por miembros de la realeza mundial. Resulta que ahora sale a relucir una cuenta corriente en La Caixa donde la amiga entrañable del rey -de nombre de pila Corinna- realizó una transferencia de 50.000 euros a una cuenta a nombre del consultor Iñaki Urdangarin, experto en organizaciones sin ánimo de lucro. El duque de Palma y su consorte están «metidos en el ajo», la infanta Cristina figura como autorizada. Por lo visto, la presunta asesora del rey Juan Carlos realizó al menos un ingreso de 50.000 euros en la cuenta de los duques de Palma como beneficiarios. Seguramente la remuneración fuera una contraprestación por los trabajos realizados por Urdangarin en la Fundación Laureus. Falta por saber si hubo más pagos y cuál fue el cometido del duque para recibir tales emolumentos.
La liebre saltó al conocerse los correos del yernísimo real remitidos a Corinna, en ellos el duque se despide con un cariñoso «big kiss» que en la lengua de Shakespeare significa «gran beso». Pues vale. «Te envío el número de mi cuenta bancaria para actualizar nuestras operaciones«, escribe Urdangarin. En uno de los correos el exjugador de balonmano le manda el número de cuenta, ¿le habrá enviado factura? Generalmente las condiciones de pago se suelen formalizar en un contrato y en caso de enviar factura se suele hacer constar en la misma el número de cuenta. Otra opción es que se hubiera dado de alta en la Seguridad Social al duque por sus servicios. Veremos.