Hoy, día mundial de los océanos, vamos a intentar explicar la tesis del oceanógrafo Tony Butt y las propuestas de los geólogos (padre e hijo) German Flor que llevan estudiando la pérdida de arena en Salinas desde hace muchas décadas.
Tras entrevistarles, llego a la siguiente conclusión. El mar Cantábrico va renovando la arena de Salinas con árido que viene desde Galicia, y a su vez hay una corriente periódica que va arrastrando arena de Salinas hacia las corrientes en dirección a Santander.
El gran problema es que, en estos movimientos de arena, parte del árido se deposita en los calados del Puerto de Avilés. En resumen, Salinas cada año será más deficitaria de arena, porque la arena que entra es muy inferior a la arena que sale. Debido a que la arena que se deposita en la bocana de la ría y en el resto del Puerto es extraída periódicamente en los dragados de mantenimiento del Puerto.
Por tanto, la Autoridad Portuaria tiene una responsabilidad de reestablecer el equilibrio que rompe en el ecosistema natural de la playa. Para ello, es imprescindible dos soluciones.
Por un lado, regeneración con toneladas de arena de una granulometría determinada procedente de otros fondos marinos. Asimismo, parte de la arena que se extrae de los dragados de Puerto puede ser tratada para regenerar Salinas.
A lo largo de las últimas décadas se han realizado numerosos estudios, pero ninguna de sus conclusiones se ha aplicado correctamente para regenerar la playa.
La construcción de espigones solo tiene por objetivo que no entre más arena en el Puerto de Avilés, y, por tanto, provoca ahorro en los costes de mantenimiento.
Tomar a la gente por boba es lo habitual es algunas de las noticias que salen en la prensa local, confundiendo a los ignorantes de la triste realidad.
El problema es complejo, pero solucionable si se cambian los criterios en favor del Puerto que se han llevado a cabo durante los últimos 50 años.
Es hora de actuar. El cambio de Gobierno en el Ayuntamiento de Castrillón podría ayudar a sentar las bases de un futuro más sostenible. El PP tiene la sartén por el mango para demostrar que también son ecologistas que se preocupan por el Medio Ambiente y por preservar la playa más turística del concejo.
No olvidemos que, con el cambio climático, el Cantábrico se convertirá en el futuro en el actual Mediterráneo, o si prefieren en el Caribe europeo. Así las cosas, centrémonos en presionar al puerto de Avilés para que de una santa vez destine parte de sus ganancias a regenerar la arena de la playa.
El oceanógrafo Tony Butt nos comentaba hace años que plantear calcular el coste de realojo de la fachada litoral de Salinas es inviable. Imagínense que tienen que indemnizar a todos los vecinos de los edificios y de los chalets por un desastre natural, provocado por la dejadez de actuación pública para atajar el problema.
Por tanto, Tony Butt, a preguntas del coordinador de «Salvemos la playa de Salinas», Alfredo Muñiz, señaló que esa no es una justificación para aplicar las medidas correctivas reseñadas.
“Es necesario calcular lo que se lleva gastado en obras y en bombeo de arena en las últimas décadas… Si ponemos un nuevo dique, a los tres años habrá que modificarlo, como ocurrió con el anterior”, explicó Butt.
Por otro lado, reflexionó ¿cuál es el valor de las futuras inversiones en el paseo y en el arenal durante los próximos 50 años?, ¿cuál es el valor actual neto de Los Gauzones, edificios ubicados en pleno paseo?
Si no se ataja el problema con las medidas que proponen geólogos independientes como los German Flor, “la naturaleza va a terminar ganando la batalla”, concluyó el oceanógrafo, aunque subrayó que esto ocurrirá dentro de muchos años, imposible de determinar.
En época de Antonio Trevín ya se propuso el aporte de medio millón de metros cúbicos de arena para Salinas. Al parecer, el alcalde socialista de Cudillero se opuso a poner en práctica dicha medida con arena de su concejo.
Es necesario buscar fondos marinos donde se pueda extraer la arena para regenerar la playa de Salinas de forma que cause el menor impacto medioambiental negativo en el entorno. Informa Alfredo Muñiz.