La gilipollez de niña a mujer
Las jóvenes promesas del eje del mal
Cuando Lilit cumplió 17 años nació Melisa Estefanía, fruto de la relación con su novio bombero. Al año siguiente vino al mundo Belén Elda, engendrada por el frutero cubano. Las dos jóvenes se desarrollaron de forma precoz, su bisabuelo el Gallo dice: «Estas condenadas engatusan a los pichabrabas más revoltosos de la provincia».
Josemita cotillea con humor: «Las víboras de la familia podrían convertirse en auténticos abejorros».
La historia continua en la comedia del verano para disfrutar en la playa bajo una sombrilla: EL TESTAMENTO DEL GALLO, disponible en Amazon.
El egoísmo y la envidia hacen que las niñas se conviertan en unas auténticas brujas. Melisa Estefanía le pide al abuelo que subvencione su equipo de baloncesto con el patrocinio de sus huevos y gallinas.
En realidad, la niña pija solo le gusta el baloncesto para ligar con el entrenador y no encesta ni, aunque le pongan una escalera de refuerzo.
La nena pollera también está acostumbrada a ir a la Warner y a conciertos con todos los gastos pagos a cargo de la empresa. Su gran ilusión es organizar un viajecito a Disneyland Paris financiado por los huevos y gallinas. Pese a ver cumplidos sus caprichitos, las jóvenes son infelices.
Sus novios no soportan la estupidez supina de las promesas del mal, y tras unos polvetes las dejan plantadas como a margaritas y no les da ni tiempo a deshojar los pétalos. Las pijas son desagradecidas e idiotas hasta la saciedad. Informa Alfredo Muñiz.
EL TESTAMENTO DEL GALLO, disponible en Amazon.
Amigo o pariente traidor, ¡una buena cuerda y colgado al sol!