Koldo Miranda inaugura los desayunos culturales del Niemeyer
«Super brunch desayuno artesanal» anuncia el chef Koldo Miranda para su nuevo proyecto gastronómico en el Niemeyer de Avilés
El cocinero invita a todos a «disfrutar de una magnífica mañana con vistas a la ría, reponer fuerzas con un desayuno de campeones, visitar la exposición recién inaugurada, seguir haciendo ejercicio o disfrutar de tu lectura preferida», todo ello degustando los desayunos culturales en el Niemeyer inaugurados hoy sábado. «Si no fallan los pedidos importantes de mobiliario la terraza será renovada a principios de mayo y a mediados de mayo podría estar terminada la nueva decoración de la torre», según informa Koldo Miranda.
La Terraza ofrece una variada carta para desayunar y almorzar
Una oferta gastronómica con productos elaborados de forma casera, en la que que prima los alimentos orgánicos y ecológicos.
La Terraza ofrece una variada carta para disfrutar de un exquisito desayuno en el Centro Cultural Internacional Avilés, con la opción de degustar un buffet completo para el desayuno. Una cuidada selección de frutas, bollería, embutidos, quesos, dulces, mermeladas, yogures, zumos o platos salados son algunas de las opciones para comenzar la mañana.
Además, se dispone de una carta de comidas con ensaladas, sándwiches, hamburguesas, tapas y postres, en la que tampoco faltan propuestas tan sugerentes como carpaccio de salmón con naranja y yogurt, fajitas de pitu caleya con criolla, croquetas de queso la peral y puerro con compota de manzana o tarta de choco-pasión.
Koldo Miranda propone esta oferta gastronómica en la cafetería del Edificio Polivalente del complejo.
De los clones gastronómicos al nuevo enfoque asturchic
El rumor se ha hecho realidad, Koldo Miranda ya es el nuevo concesionario de los servicios hosteleros del Centro Cultural Internacional Avilés, tal como había adelantado hace semanas la revista www.parahoreca.com. El cocinero -que en su día fue merecedor de una estrella Michelin- prepara una sorpresa gastronómica muy asturiana.
La terraza, el mirador de la torre y la mesa corrida volverán a convertirse en espacios de arte culinario. La famosa cocina de la torre fue inaugurada por Juan Mari Arzak, sus platos estrellas fueron clonados por Pedro y Marcos Morán. Ahora Koldo Miranda proyecta crear un taller de creación orientado especialmente a la cocina asturiana. En la torre se organizarán talleres didácticos, y acudirán grandes maestros de los fogones de todas las culturas, en especial asturianos e iberoaméricanos.
Koldo apuesta por la tendencia del after work y del brunch
La gran innovación de la propuesta de Koldo Miranda será un after work en la zona mirador.
En las series americanas Friends o Ally McBeal los colegas de trabajo suelen reunirse después de la rutina laboral para tomar algo entre amigos. Estos lugares se preocupan por una estética fashion, música o la posibilidad de ver partidos de fútbol, tenis o baloncesto en una pantalla gigante. En Nueva York fueron bautizados como after works que significa ‘después del trabajo’. Por lo visto, en su after work Koldo Miranda ofrecerá cócteles, aperitivos asturianos y comida japonesa.
Aunque quizá el espacio más concurrido en los meses de buen tiempo sea la terraza del Centro Cultural donde el cocinero ofrecerá brunch, una opción también nacida en Nueva York, especial para los domingos y días de fiesta. El brunch se sirve a partir de las 12 de la mañana para aquellos que se levantan tarde o van a hacer deporte y luego unen desayuno y almuerzo, de ahí el origen de la palabra, conjunción de breakfast y lunch.
Por lo demás el nuevo chef del Niemeyer ofrece una cocina sana, ecológica y libre de grasas; con platos para niños y tapas asturianas para el vermú.
En mayo llegará el nuevo mobiliario hostelero al centro cultural
En 2008 Koldo Miranda empezó a soñar con el Niemeyer. Así, en un viaje a Bogotá estrenó el postre “De Candamo al Museo”. La idea se le ocurrió durante la recepción que tuvo lugar para colocar la primera piedra del centro. El dulce imita las sensuales formas diseñadas por Oscar Niemeyer. La plaza se representa por una base de pizarra; la ría se dibuja con polvo de naranja. El auditorio es un bizcocho con avellana, crema de piñón, vainilla y helado de fresas. El museo sabe a chocolate blanco con fluido de fresas. En el centro, una torre de praliné de avellana evoca la torre mirador. Cuando Koldo estrenó este postre en 2008 no imaginaba que algún día podría convertirse en su centro de trabajo.