Aunque parezca mentira hace 100 años no existían carritos de la compra ni estanterías de autoservicio en Asturias. En las tiendas de ultramarinos te atendían los dependientes tras el mostrador.
El primer supermercado de Oviedo se llamaba SUMER, se instaló en la calle Uría, y dado el éxito del establecimiento se abrió una sucursal en La Argañosa. Corría el final de la década de los cincuenta del pasado siglo.
Por las mismas fechas, se inauguró otro SUMER en Avilés, y otro en Gijón, situados en las calles principales, como símbolo del progreso de las tres grandes ciudades asturianas.
La sociedad inversora estaba constituida por familias conocidas en el Principado, relacionadas con el comercio y la distribución. Por un lado, los Orejas, que en 1961 fundaban Constructora Los Álamos. Por otro lado, la familia Osoro, también con raíces comerciales en Asturias; además el sanedrín societario estaba constituido por dos empresarios, Basilio Gutierrez, y Alfredo González, este último conocido en Avilés como el de La Reforma.
González también fundó González y Cía, integrada actualmente en el Grupo SUPERCASH, concretamente en la sociedad MUYGON, que coincide con el acrónimo del apellido del plumilla que escribe esta columna. Cómo habrán adivinado, aquel emprendedor nato, que se embarcó en aquel proyecto innovador para la época, era mi abuelo y padrino Alfredo.
Mi antecesor, viajó a Estados Unidos para empaparse de los adelantos americanos y diseñar unos supermercados a la altura de Hollywood.
Me cuenta mi madre que cuando yo nací estaba trabajando en ello, hace más de 60 años. El tiempo vuela y la vida da muchas vueltas. Informa Alfredo Muñiz y González.
