Bruselas intenta mejorar las cargas a las pymes y combatir el fraude
La consulta de la Comisión Europea para modernizar el impuesto sobre bebidas alcohólicas pretende evitar distorsiones en el mercado único, y ahí es donde vienen las dudas sobre cómo afectará al mercado español. En los países del norte de Europa el impuesto especial sobre el alcohol es mucho más elevado que en España. Sea como fuere, la Comisión Europea ha lanzado una consulta pública para explorar cómo modernizar las normas sobre el impuesto especial de bebidas alcohólicas. El objetivo fundamental de la consulta es aligerar la carga sobre los pequeños productores y combatir la venta de alcohol de contrabando. Veremos.
La consulta está abierta a las partes interesadas hasta comienzos de julio y se enmarca en los trabajos del Ejecutivo comunitario para revisar una directiva que se aplica sin cambios desde 1992.
Bruselas ha señalado recientemente la necesidad de normas para “aligerar” las reglas y apoyar a los pequeños productores de bebidas alcohólicas. Además se intentará reducir los costes que soportan. Por otro lado, se tomarán medidas para luchar contra el peligro que supone la venta fraudulenta de bebidas.
Los ministros de Finanzas de la UE encargaron el pasado mes diciembre al Ejecutivo comunitario que explorara la situación del sector. Ahora toman cartas en el asunto y preparan una posible propuesta legislativa. En principio se desconocen las fechas pero las intenciones para mejorar a las pymes del sector son claras.
La normativa comunitaria sobre impuestos especiales que se aplica al alcohol tiene por objetivo evitar distorsiones en el mercado único, garantizar una competencia justa entre negocios y reducir la carga burocrática para los fabricantes.
El sistema de gravamen define categorías de producto (cerveza, vino, bebidas fermentadas, y alcohol y derivados) y establece la metodología para asignar la tasa, así como condiciones para permitir tipos reducidos o exenciones.
Los impuestos especiales son tasas indirectas sobre la venta y uso de productos específicos, previstos en el mercado de la UE tanto para elevar la recaudación de las arcas públicas de los Estados miembros como para controlar o moderar el consumo de determinados productos.