Los hoteles y negocios hosteleros de Gijón hicieron su agosto en junio gracias al concierto de Bruce Springsteen. Lleno absoluto y éxito rotundo se vivió en la capital asturiana del rock por un día. Antes y después del concierto la quiropráctica Ana Peón fue la encargada de dar un masaje al Boss, aunque en la camilla ella le bromeó: “Ahora la jefa soy yo”. Bruce sonrió y agradeció el masaje para ponerse a punto antes del concierto, y la relajante sesión de dos horas en el hotel Bal de Quintueles después del “maratón musical” del Molinón. Además en la visita relámpago a Asturias el cantante americano tuvo la oportunidad de degustar una suculenta cena con pescado del Cantábrico como estrella de los fogones. En su paso por San Sebastián también disfrutó de la cocina vasca. Relacionado: Concierto de Bruce Springsteen en Gijón