En el nacimiento del Centro Cultural Niemeyer se propuso bautizarlo como «Museo de los Premios Príncipe de Asturias». Ante la noticia, el entonces alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo, se cogió una pataleta de padre y muy señor mío. El regidor, mandamás en el PP asturiano, quería construir los emblemáticos edificios del centenario arquitecto Oscar Niemeyer al pié del Naranco. De Lorenzo, junto a la anterior candidata Isabel Pérez-Espinosa, organizaron una campaña de desprestigio contra el proyecto, destapando un presunto pelotazo urbanístico futuro. El asunto quedó en agua de borrajas. Ahora Toni Cantó, en su faceta de embajador de Rosa Díez, propone volver a la idea original y convertir el centro en la sede de los prestigiosos Premios que llevan el nombre del Heredero. Sin embargo, en su día el rey don Juan Carlos y el príncipe don Felipe quisieron desvincularse por completo del tema debido a las rumores destapados desde la capital del Principado. Para más INRI, en estos momentos el Gobierno de Francisco Álvarez-Cascos acusa a la Fundación del Niemeyer de esconder intereses inmobiliarios. El Ejecutivo encarga una investigación con auditoría sobre lo que considera una «impresionante chapuza» de la Isla de la Innovación, otro proyecto nacido para desarrollar urbanísticamente el entorno del Niemeyer. El incombustible viceconsejero de Infraestructuras, Juan Vega, se ha convertido en una especie de James Bond contra los supuestos chiringuitos socialistas y demás presuntos pactos entre el PP y el PSOE. Para echar más leña al fuego, el Estado anuncia en plena campaña electoral su intención de desinvertir en la sociedad de la isla de la Innovación. Parece ser que el presidente Mariano Rajoy y su Ejecutivo consideran que no están los tiempos para edificios faraónicos.
El James Bond de la política asturiana contra los chiringuitos
Sea como fuere, Juan Vega acusa al anterior presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, de querer blindar el control de la fundación Niemeyer durante 50 años para poder desarrollar el proyecto urbanístico privado en terrenos de titularidad pública. En efecto, el socialista Areces ejerce como patrono vitalicio de la decadente Fundación y propuso en su día la cesión de los edificios a la institución durante medio siglo. Así, según Foro Asturias, después tendría derechos de explotación sobre parte de los suelos de la Isla de la Innovación. Por su parte la alcaldesa socialista, Pilar Varela, se encuentra desconcertada y estupefacta ante lo que considera el mayor daño histórico al futuro desarrollo de Avilés.
Entretanto el culebrón cultural-societario quedó sellado con banquetes de alta gastronomía para diestro y siniestro. Tanto en el Niemeyer, como en los mejores restaurantes de la comarca, y en el faro de Avilés se sirvieron multitud de almuerzos de estrella Michelin a cargo de restauradores de prestigio, como Pedro y Marcos Morán de Casa Gerardo. Asimismo los invitados estrellas recorrieron los mejores restaurantes de la zona, como botón de muestra Brad Pitt acudió con su equipo de arquitectos para ver las posibilidades de invertir en el proyecto. El actor aprovechó para visitar lugares gastronómicos de interés como Casa El Tataguyo junto a Natalio Grueso, ex director de la
institución niemeyesca. Casualmente la infanta Elena de Borbón almorzó en el mismo lugar durante su reciente visita de trabajo de la Fundación Maphre, aunque esa es otra historia. La sociedad en la que participa Brad Pitt ha logrado grandes subvenciones para reconstruir la ciudad de Nueva Orleans, ahora el hollywoodiense tendrá que esperar para lograr financiación española… Otro de los arquitectos que pasó por la villa para probar sus especialidades gastronómicas y otros asuntos relacionados con la isla de la Innovación fue Norman Foster, y por supuesto también fue informada del proyecto su esposa, la doctora Ochoa. El matrimonio, Sir y Lady Foster, organizó una cena por todo lo alto en su mansión de Londres donde acudieron distintas personalidades del Principado, entre otros Natalio Grueso, antes de que se destapara todo el tinglado político-artístico-cultural. En la visita a Londres, el ejecutivo coincidió con Kevin Spacey en casa de los Foster. Allí nació una bonita amistad, años más tarde se transformó en una estrecha colaboración de Kevin Spacey con el centro cultural avilesino. Tras romper las relaciones con la Fundación Niemeyer, Grueso ha sido contratado por el Ayuntamiento de Ana Botella para desarrollar la programación cultural madrileña. Antes de su marcha a la capital del reino, recordemos su promoción de la ruta gastronómica por el Principado. Muchos hosteleros de la comarca añoran su presencia con relevantes personalidades, lo cual animó las ventas y atrajo el turismo.
Ménage à trois gastro-mercantil-cultureta
En el recorrido por la Atenas de Asturias siempre quedará la escena que filmó Woody Allen en el Real Balneario de Salinas, otro de los establecimientos con estrella Michelin frecuentado por el clan. Ahora Foro destapa las facturas pagadas para la localización de exteriores de la película «Vicky Cristina Barcelona» con cargo a los gastos culturales de la Fundación Niemeyer. Sea como fuere, en el restaurante de Miguel Loya se celebraron numerosas comidas de negocios y hasta el oscarizado Javier Bardem se pegó el atracón tras el rodaje de la escenita. En el trasfondo gastronómico de los encuentros societario-culturales tampoco podemos olvidar los banquetes en la torre del Niemeyer, con menús clonados de los mejores platos del vasco Juan Mari Arzak y del manchego Pepe Rodríguez Rey. Ahora el restaurante será gestionado por otro maestro de los fogones, Koldo Miranda. Lo dicho , arquitectos, famosos y alta gastronomía aunque la Fundación Príncipe de Asturias nunca quiso vincularse al Niemeyer. En realidad, la única «miembra» de la familia real que visitó el centro fue la princesa doña Letizia, con motivo de un congreso auspiciado por Naciones Unidas. El tema central de la cita eran los cánceres por enfermedades en el trabajo. Antes de terminar el embrollo, cabe destacar la larga lista de artistas y personalidades que acudieron al Niemeyer a impartir conferencias o protagonizar actuaciones. Desde el chef José Andrés, hasta el citado Arzak, Rodríguez Rey; o la colaboración estelar de figuras de la talla de el juez Garzón, Felipe González, Joan Manuel Serrat, Víctor Manuel, Amenabar, Omar Sharif, Woody Allen, Brad Pitt, Kevin Spacey, Paulo Coelho, Jessica Lange, Paco de Lucía, Barbara Hendricks, Yo Yo Ma o María Pagés, entre otros.
Las grandes dudas que permanecen sin resolver son: ¿merece la pena la inversión realizada en la dinamización turística de la comarca o se ha vendido simple humo?, ¿se ha invertido ese dinero de forma transparente y de acuerdo a las leyes?, ¿las acusaciones del partido de Cascos son fruto de una guerra política o destapan intereses mercantiles privados?, ¿a cuánto ascienden las deudas pendientes de la Fundación Niemeyer y quien las va a pagar? Tras las elecciones autonómicas está prevista una reunión del patronato fundacional para decidir el negro futuro de la institución…
Veremos como termina el culebrón… Informa Alfredo Muñiz.
