El agua cristalina color turquesa en las calas más inaccesibles. El sol asegurado durante toda la estancia. La brisa a pie de playa son las virtudes que conquistan mi corazón ibicenco verano tras verano.
La fiesta es otro de los alicientes de la isla más divertida de las Pitiusas. El espectáculo de Lío sigue siendo mi preferido. Este año han logrado una renovación completa de los artistas que encandila a todos los públicos. Nuevo maestro de ceremonia con un cuerpazo de escándalo que exhibe de forma transgresora. Un equilibrista con cuerpo de extraterrestre que vimos salir en bicicleta tras el show. Unas chicas salvajes que se mueven como fieras en el escenario encandilando a toda la sala. No se lo pierdan. Siempre merece la pena.
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El lunes tengo previsto ir a Ushuaïa donde David Guetta arrasa con su “F*** ME I’M FAMOUS!”, el gran disc jockey sigue triunfando. Ya les contaré.
Un paseo en velero o simplemente soñar con poseer un mega yate como el que perteneció a Bill Gates con hospital y helipuerto. Ahora, se encuentra atracado en Ibiza y lo disfruta otro millonario.
¿La mejor playa de Ibiza?
Particularmente, mis preferidas son pequeñas calas innaccesibles para el turista comodón que busca aparcar cerca de la toalla. Hay dos playas interesantes que no suelen estar tan abarrotadas a primera hora: Cala Salada y Cala Saladeta, comunicadas por un sendero rocoso. Las vistas desde los acantilados, la calidad del agua y la tranquilidad las convierten en un paraíso para nadar y practicar snorkel. Se aconseja ir pronto, las plazas de parking son limitadas y llevar escarpines para entrar en el agua.
Una playa escondida muy pequeñita es Cala Roja, Cala Tarida (en el pasado era una maravilla, hoy está masificada, urbanizada y con el agua un poco sucia), Cala Conta, Cala Pluma, S´arenal Petit de Portinaix con un agua cristalina magnífica o Es Cavallet, con su Chiringay, son algunos de mis rincones favoritos.
Ibiza sabe a bullit de peix; a bogavante con huevos y patatas fritas; flau con aroma a hierbabuena
Mi consejo gastronómico de la temporada es “El Bigotes”, un rústico chiringuito frente al mar en Cala Mastella. Pescado fresco y un sencillo arroz a banda con fuego de leña. Su fundador, Juan Ferrer, salía a pescar con el llaüt (la embarcación que aún permanece amarrada frente al establecimiento). Hoy en día, los guisos los preparan sus descendientes. De postre prueba el sorbete de limón casero con una base de ginebra y el café caleta.
La experiencia de comer al aire libre frente a una preciosa cala con hermosos fondos de posidonias y darte un baño antes del almuerzo, vale la pena. Para el aperitivo pedir patatas fritas con ajos y pimientos en el chiringuito de la playita donde puedes acceder por las rocas o nadando.
Si buscas un restaurante de cocina tradicional ibicenca más gastronómico, recomiendo “S’Espartar” en cala Tarida donde el bullit de peix o los arroces cobran la categoría de excelentes.
Blue Marlin continúa siendo el club de más postureo. Los domingos se encuentra abarrotado, encuentras a la auténtica jet set. Incluso ofrecen un servicio de yates en el que te van a buscar a tu embarcación para trasladarte a la hamaca reservada donde te espera una botella de champán o de vodka premium. Con suerte saludarás a Beyonce, Paris Hilton o Lionel Messi.
El Beso, restaurante de lujo con precios carísimos para asegurar una clientela exclusiva. Suele ser frecuentado por famosos nacionales, desde los Reyes de España con sus princesas, hasta Victoria Federica o la influencer Makoke con su clan.
“Can Costa” en Ibiza capital, un restaurante centenario que reabre sus puertas de lunes a viernes; a comienzos de temporada colgaba el cartelito de cerrado temporalmente. El cordero guisado es espectacular y el flao casero inmejorable. Potajes caseros y precios excelentes.
El mítico MALIBÚ en la playa de Ses Salinas, un chiringuito frecuentado por los futbolistas famosos y figuras como David Bustamante o Paula Echevarría, esta temporada ha cambiado de nombre, se llama NOHO.
El show de LA TROYA ha cambiado de residencia, del café Chinois (el Casino) se ha trasladado a Playa Soleil (antiguo Bora Bora) en d´en Bossa.
Si les apetece un buen CÓCTEL donde la magia de Ibiza se crea, les recomiendo “Boodiou” en la Carrer de la Mare de Déu, una experiencia única.
Lo peor de Ibiza 2025
La gestión de la Guardia Civil, carecen de recursos para la magnitud de robos que se cometen en la isla. En la comisaría de playa d´en Bossa los horarios son toda una incógnita, y desde la central no informan correctamente de la apertura del mencionado establecimiento cuando consigues que cojan el teléfono.
¡Cuidado con los móviles, la cartera, las gafas y hasta la cadena de oro! Los robos en las discotecas más concurridas están a la orden del día. Las aglomeraciones de las fiestas de Ushuaïa se convierten en un lugar ideal para cometer delitos de hurto. Los ladrones intentan colarse hasta en los hoteles.
No me gusta la política “contra los chiringuitos” en beneficio de los “beach club”. Vale, es cierto que “Sa Trinxa” se encuentra dentro de un Parque Natural, hay que limitar el ruido, pero hasta los flamencos están acostumbrados a escuchar la música de fondo del “Chiringay”. Este año hemos encontrado a Pocholo indignado por el trato político a “Sa Trinxa”, imaginamos que se deprimirá ante el panorama. Entretanto, lugares mucho más clasistas hacen su agosto con barra libre a 60 €.
El miedo a las bacterias en el agua
La presencia de materia fecal, en concreto de la bacteria E.coli se ha convertido en una alerta en ciertas zonas de Ibiza y Formentera. Este verano se ha obligado a cerrar la playa de Santa Eulària (en Ibiza) y la de sa Roqueta (en Formentera). La última alerta fue en Benirràs, donde los hippies tocan los tambores recordando los años dorados de los 60. Los cierres son de corto espacio de tiempo, pero preocupan.
Por contra, esta temporada aún no han aparecido las temidas medusas.
Sea como fuere, la mayor parte de la isla permanece con aguas color turquesa; puestas de sol anaranjadas que recuerdan un incendio en el horizonte. Ibiza sigue oliendo a romero, a sabina, a salitre. Ibiza me sigue enamorando. Informa Alfredo Muñiz.
El año que viene probar restaurante Dos Lunas