Ni joyas, ni viajes, ni flores, ni grandes fiestas. El rey don Juan Carlos le acaba de regalar a la reina doña Sofía el mejor regalo de bodas que podría imaginarse. Tras los últimos escándalos que han salpicado a la Corona, el Monarca ha decidido poner fin a su estrecha amistad con la princesa alemana Corinna zu Sayn-Wittgenstein. El rey apuesta por seguir al frente de la Jefatura de Estado y continúa con el matrimonio de Estado con doña Sofía….Para la reina es una gran satisfacción porque significa un problema menos para su hijo el príncipe Felipe.
Según publica Pilar Eyre en La Otra Crónica de El Mundo, la aristócrata ha dejado su mansión en el Pardo y se ha mudado a su residencia de Montecarlo, en Mónaco. Acosada por la prensa, los paparazzis han vigilado día y noche buscando la ansiado foto. Sin embargo, Corinna no ha dado señales de vida ante los múltiples cotilleos que han publicado los distintos medios nacionales e internacionales. Mientras que la reina ha aguantado el tipo hasta el último minuto. Al final, la Corona ha ganado a la Corinna.
Por lo visto, Corinna ha contratado los servicios de un prestigioso abogado de Hamburgo, Matthias Prinz, para resolver no se sabe aún qué problemas legales. ¿Demandará a los medios que han difundido los rumores o exigirá al Rey alguna contraprestación? El letrado contratado por Corinna ha representado a Carolina de Mónaco en varias ocasiones. También puede ser que con la llegada de la primavera, Corinna prefiera tomar el sol en la costa, los deportes náuticos y el ambiente de Montecarlo. Veremos. De momento, el confidente comenta con ironía a Pilar Eyre: «No sufras por ella… no va a pasar hambre».
Informa Alfredo Muñiz
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