Del paladar Buenaventura en Marianao (La Habana) nos fuimos a disfrutar de un espectáculo en El Gato Tuerto.
Los paladares son restaurantes privados que regentan los cubanos, en este caso se trataba de un negocio familiar con música en vivo, hasta el dueño salió a bailar y a animar el ambiente. Nos sirvieron langosta y arroz congrí, cerveza y un postre de guayaba.
Teníamos previsto ir a ver el show del Tropicana o al cabaret Paraisien en el Hotel Nacional, pero al ser comienzo de semana estos espectáculos estaban cerrados.
El Gato Tuerto es un sitio más íntimo, estilo piano bar, con buena música y una cantante excelente. Nada más llegar en cada mesa colocaron una botella de ron para cada tres o cuatro personas; entremeses y gaseosa cubana de cola. Informa Alfredo Muñiz