Hola soy Papá Noel, aunque estoy muy ocupado preparando los juguetes para los niños voy a dedicar un poco de mi tiempo a explicaros los poderes mágicos de mi revista favorita. Con tantos encargos tengo el trineo muy cargado. Así las cosas, le voy a pedir a los papás que vayan al kiosco a recoger la revista VIAJAR, VIVIR y SABOREAR con poderes mágicos. Aquellos que la tengan en su hogar la publicación recibirán energía para
recargar las pilas y valores para ser mejores. Incentivamos la gratitud, la generosidad, la esperanza, la felicidad y el poder para convertir tus sueños viajeros en realidad.
Gratitud para dar las gracias por todo lo que recibimos, en este sentido tengo que agradecer a mis Elfos lo mucho que me han ayudado. Gracias a mi Elfa Flor de Salinas por su dedicación con sus pazos y camelias; a Amparo de Cartagena con su reportaje de Irán y Myanmar; a Susana de Madrid que nos cuenta los secretos de los rajás y marajás; a mi duende Carmen de Avilés que me ayuda a maquetar en Salinas; a a mi super elfo Mario que viajó desde Chile hasta Madrid para convertir la portada en una obra de arte; a Ramón que nos mandó una foto para el índice; a Okuda que ilustra el editorial; a Santi que nos ayudó con magníficas fotos en la edición de verano; a Eduardo que nos envía
cuentos desde La Habana; a todos los duendes cocineros que nos regalan sus recetas, y a otros muchos nombres que dejo en el tintero.
Nuestro segundo propósito es la generosidad, os pedimos que compartáis la revista con vuestros amigos y familiares, y que compartáis este post en las redes sociales, igual que los niños buenos comparten sus juguetes. Además la publicación os traerá esperanza para llevar mejor esos días más tristes y felicidad a la hora de planificar un nuevo viaje. Por último, si seguís nuestros consejos convertiréis vuestros sueños viajeros en realidad en 2019. La vida es el arte de lo posible.
Os voy a contar una anécdota que me ocurrió hoy mismo, un pequeño me dijo: “Papá Noel tengo un problema, resulta que en mi casa no hay chimenea y no vas a poder entrar”. Yo le respondí: “No te preocupes, déjame entreabierta la ventana del salón y ya me las apañaré para entrar con mis renos voladores cuando estés durmiendo”. Le regalé un chupa chups y se marchó más feliz que una perdiz.
En fin, otro pequeño me pide prácticamente la Biblioteca Nacional de literatura infantil y otra niña vive en un sinvivir porque se marchó de vacaciones y tiene miedo que no me haya enterado, pero Papá Noel es mágico y lo soluciona todo. Aunque recordad que hay que compartir con otros niños y pedir también algo a los Reyes Magos.
Feliz Navidad y lo mejor para el nuevo año, os desea Papá Noel.

