Adiós a uno de los primeros protagonistas de la guía Michelin
Fernando Martín, falleció en Oviedo a los 71 años, tras sufrir un ictus cerebral. “Se fue el Papa de la gastronomía asturiana”, comenta a nuestra revista parahoreca.com su amigo Ismael Rey. “Los oricios los sacó del chigre y los elevó a plato gourmet. Él fue el creador del cachopo cuando estaba en la cocina de sus tíos, en El Pelayo. El cachopo de aquella época llevaba una especie de frixuelo en el interior, espárragos, jamón y era una ración inmensa. Fernando Martín también fue el inventor del menú largo y estrecho. Por aquel entonces, aún no existía el menú degustación en España y él fue el primero en introducirlo. Además fue un gran decorador de interiores, no sólo de sus negocios sino de otros como La mar de en medio”, recuerda el exhostelero.
Inventor del cachopo y de los oricios gratinados
Hace unos meses me enteré que Fernando Martín preparaba con ilusión la reapertura de su restaurante Trascorrales en Oviedo. La enfermedad le impidió el desarrollo del proyecto. Aunque su hija, María Martín, continúa dirigiendo Trascorrales, en la calle Carlos Bousoño en Oviedo.
Trascorrales, lugar de visita obligada de las personalidades que pasaban por Oviedo
Entre sus comensales ilustres figura el rey de España, don Juan Carlos, Fidel Castro, Felipe González o José María Aznar. Por la época dorada de Trascorrales desfiló la reina doña Sofía; la actriz Liz Taylor; Rockefeller o los escritores Camilo José Cela y Vargas Llosa, entre otros muchos famosos.
Fernando Martín se formó en el restaurante El Pelayo, perteneciente a sus tíos. Con el tiempo abrió el Bocamar, Trascorrales y Raitán. Asimismo, fue el alma de la discoteca más importante que hubo en Oviedo, El Canary. En su última etapa trabajó en los fogones del Hotel Palacio de Luces. Probó suerte fuera de Asturias y durante los últimos meses de vida reabrió Trascorrales en la capital del Principado.
Un pionero vanguardista de la guía Michelin española
Martín fue el primer asturiano en aparecer en la guía Michelin cuando todavía no se había consolidado la categoría de estrellas en España. Posteriormente le concederían una estrella. Además, fue un pionero vanguardista de la cocina asturiana y merece todos los reconocimientos. Obtuvo el Premio Nacional de Gastronomía. Profesional, buen comunicador con fama de bon vivant; humano y amigo de sus amigos; olfateaba los platos como nadie y disfrutaba de la reputación de trabajar con los productos de primera. Le gustaba viajar y desarrollar su espíritu creativo.
Las especialidades de la casa
Comenzó estudiando para contable, y terminó en la cocina. En el recuerdo de todos quedan sus platos insignia: desde su cachopo a sus oricios gratinados; los pimientos rellenos de chipirón; la tosta de cebolla con foie y trufa negra; sus setas; las albóndigas de rabo de toro; el salpicón de marisco y la pierna de cordero rellena. También nos queda la labor de sus discípulos, cocineros como Pedro Martino que acaba de ganar el campeonato de Pinchos y Tapas de Asturias. Descanse en paz y como dice su amigo Ismael: “Ahora en el cielo comerán como Dios”. Su colega también recuerda los buenos tiempos cuando competía con Fernando Martín. El primero que cerraba el comedor de su restaurante iba a comer a casa del otro.
Informa Alfredo Muñiz
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