Comentario enviado por Carlos Valiente, graduado en Ciencias del Mar
“Si bien es cierto que el cambio climático y el subsecuente aumento del nivel del mar no han ayudado, claramente el mayor causante ha sido la construcción derivada de las obras en el puerto de Avilés, como bien apuntan los expertos a los que has entrevistado previamente, German Flor y Tony Butt. Un estudio medioambiental previo a esta construcción habría sido clave, y me parece ultrajante que los responsables de la época votaran que no era necesario. Considero que en obras de esa magnitud cerca de las costas debería ser obligatorio para evitar estos desastres.
No sé de quién es la responsabilidad de actuar, pero está claro que no se puede ignorar ni retrasar más. Cuanto más se posponga esa actuación, mayor será el esfuerzo necesario para renovar el arenal.
Un apunte aparte: si bien las trampas de arena pueden ser efectivas a la hora de retener el sedimento, o en este caso, la arena, no me parece una solución a largo plazo. Como los informes previos establecen, no sirve sólo con retener lo que queda, es necesario reponer la pérdida de arena”, explica Carlos Valiente, graduado en Ciencias del Mar, especializado en Biología Molecular, al ser consultado sobre los factores causantes de la pérdida de arena en la playa de Salinas.
Además, el experto agradece que un medio de comunicación como VIAJAR, VIVIR Y SABOREAR le haya dado voz y felicita a su director Alfredo Muñiz por destapar la catástrofe de cómo están gestionándo la situación en la playa de Salinas.
Recordando Salvemos la playa de Salinas en tiempos de Vallina
Por Alfredo Muñiz
En el vídeo, el ecologísta Fructuoso Pontigo ayuda a Alfredo Muñiz, coordinador de la plataforma ciudadana «Salvemos la playa de Salinas», con la megafonía en una concentración celebrada hace años para festejar el día de San Valentín con corazones en honor al amor a la playa de Salinas, primer destino turístico del municipio de Castrillón.
El Gobierno municipal regido por la alcaldesa de IU Ángela Vallina consideró que por razones de seguridad no se podía realizar la concentración en la fecha solicitada oficialmente. Entonces, tuvimos que pedir permiso a la Delegación del Gobierno para reforzar la seguridad para organizar actividades culturales y deportivas en la playa de Salinas. La notificación que nos enviaron con correo certificado dos municipales -dos días antes de la concentración- decía algo así como que no podían pasear más de 15 personas juntas por el paseo de Salinas portando corazones en honor a la playa…. Algo que parecía irrisorio.
Al final, el Real Club Naútico de Salinas nos prestó sus instalaciones para realizar un reunión en un espacio privado. Y en otro fecha pudimos colocar la mesa de sonido y enchufar la electricidad al Real Club Náutico de Salinas, ya que el Ayuntamiento regido por Izquierda Unida nos comunicó que si colocábamos dicha mesa en un espacio público tendríamos que pagar por la utilización de la acera. A la postre, la señora alcaldesa nos envió una sanción por haber colocado carteles anunciando el acto. Lo simpático fue que la sanción era por no retirar los carteles que fueron confiscados por agentes especiales del Ayuntamiento nada más que se colocaron en Salinas. Algo insólito. La multa fue recurrida y las alegaciones municipales no respetaron la ordenanza que daba un plazo razonable para retirar dichos carteles, dicho plazo que dictaba la ley no se había cumplido por parte de los agentes municipales al retirar los carteles inmediatamente, pero no lo tuvieron en cuenta en las alegaciones. La alternativa del sancionado era nombrar abogado y procurador para llevar el caso a los Tribunales. Así las cosas, optamos por pagar la injusta sanción. Por cierto, el equipo de sonido no fue prestado por el Ayuntamiento de Castrillón.
¡Viva la libertad de expresión y la democracia!