En su pueblo natal, Avilés, Pedro Menéndez permanece vivo en la estatua del parque que se encuentra frente a la ría de Avilés. Y sus gentes le recuerdan con actuaciones por la calle, rememorando los tiempos en que reclutaba personas para sus viajes a América y posterior conquista de la Florida.
Este fin de semana, 5 y 6 de octubre, volverá a recorrer las principales calles del casco antiguo de la villa de Avilés.En la imagen de portada, Pedro Menéndez cede su espada a Alfredo Muñiz, director de esta web, como símbolo de su reclutamiento para luchar contra los piratas franceses.
Pedro Menéndez de Avilés fue un militar, marino y gobernante de Indias. En 1565 reconquistó la Florida, tras destruir Fort Caroline y otros asentamientos de hugonotes franceses que la ocupaban, y fundó la ciudad de San Agustín. Gobernó dicha provincia con título de adelantado mayor perpetuo, y también fue gobernador de la isla de Cuba.
Pedro Menéndez nació en Avilés, la villa portuaria del Principado de Asturias, que formaba parte de la Corona española, de familia hidalga.
Era el hijo segundón de Juan Alfonso Sánchez de Avilés, de igual naturaleza, y de María Alonso de Arango, oriunda del concejo de Pravia.
Su padre murió cuando él tenía ocho años, y su madre se volvió a casar. De uno y otro matrimonio nacieron veinte hijos, por lo que Pedro no heredó bienes de fortuna.
Persecución de corsarios en el Cantábrico
A los ocho o nueve años escapó de casa, a raíz del segundo matrimonio de su madre. Desde entonces se dedicó a oficios relacionados con la mar, y a los catorce debió de enrolarse por primera vez como grumete de un barco de guerra en algún puerto del Cantábrico. Iniciaba así su carrera militar dedicado a perseguir a los piratas y corsarios que actuaban por dicho mar contra la flota española. A los 19, armó un barco con cincuenta hombres y con él capturó dos navíos franceses.
Tras varios años de aventuras navales se casó con Ana María de Solís, con quien estaba capitulado desde la infancia, pero la vida de casado no le retuvo en su casa.
Menéndez logró que finalizaran las correrías francesas por las costas gallegas y asturianas.
Fue caballero de la Orden de Santiago y comendador de dicha Orden en Santa Cruz de la Zarza.
En 1552 comienza sus viajes a América como capitán de distintos barcos. Ese mismo año también fue capturado por los piratas y rescatado previo pago de un rescate.
Dos años más tarde, cuando tenía 35 años, fue nombrado capitán general de la flota de Indias por Felipe II. Tenía 46 años cuando alcanzó el máximo grado dentro de la Armada española.
En 1554 estuvo al mando de la flota que envió el rey Felipe II a Inglaterra cuando se iba a casar con la reina María.
En 1555, el rey le encomendó la misión de transportar los tesoros de Indias, codiciados por los piratas que se paseaban por el mar Caribe, y con solo seis naves para proteger la flota, compuesta por más de setenta mercantes, logró llegar con éxito a Sevilla. Desde entonces los oficiales de la Casa de Contratación lo consideraron su enemigo.
En 1556 fue nombrado capitán general de la Armada de Indias, y al año siguiente participó en la Batalla de San Quintín.
Entonces es detenido por la Casa de la Contratación de Sevilla junto con su hermano, el también marino Bartolomé Menéndez de Avilés, que le había acompañado en aquel viaje. Dos años está encarcelado por razones poco claras, hasta que logra salir apelando al rey, que hizo que lo juzgasen, siendo condenados los hermanos a pagar una exigua multa.
Una vez fuera de la cárcel consiguió que le permitieran buscar a su hijo que creía náufrago en la Florida bajo la condición de que debería explorar y colonizar La Florida como adelantado del rey Felipe II, título reconocido por el monarca en 1565. Para tal propósito financió de su propio bolsillo una expedición. Cuando estaba a punto de zarpar, llegaron órdenes de que debía eliminar a todos los intrusos protestantes que se encontraran allí o en cualquier rincón de las Indias.
El 8 de septiembre de 1565, fundó el fuerte de San Agustín, que se convertiría en la ciudad más antigua de los Estados Unidos.
Como gobernador de Cuba mandó levantar su primera carta geográfica, además recorrió las costas de los actuales estados de Florida, Georgia, Carolina del Sur y el Canal de Bahamas, capturando y eliminado a los corsarios de aquella zona.
Murió a su regreso a España en Santander, cuando el rey le había encomendado organizar una armada para atacar Inglaterra y apoyar a Luis de Requesens en Flandes. El sistema de flotas que diseñó España para comerciar con América a partir de 1561, estuvo inspirado en un memorial suyo, por lo que se le considera el padre de ese sistema de navegación. Su legado, en forma de testamento, se encuentra en el Archivo Histórico Provincial de Cádiz.