Calçot en catalán se denomina a un cultivo de la Allium cepa o cebolla. Típico de la gastronomía catalana, muy consumido a finales de Invierno con salsa romesco. A continuación se sirve un segundo plato con carnes y butifarras típicas.
Protegido por una denominación de origen propia, el Calçot de Valls se caracteriza por una longitud de 15 a 25 cm (parte blanca) y un diámetro, medido a 5 cm de la raíz, de entre 1,7 y 2,5 cm.
Origen por despiste
El origen de los calçots es objeto de debate: una de las versiones más comúnmente aceptadas afirma que se debe su descubrimiento a Xat de Banigues, un campesino de finales del siglo XIX de la zona de Valls, que por descuido, preparó a la brasa unas «cebollas» que sobrecalentó. Se quemaron todos por la parte exterior y, en lugar de tirarlos, peló las capas más externas quemadas, descubriendo que su interior estaba tierno y sabroso.
Consumo y preparación
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El calçot forma la base de las populares calçotades que se celebran en Cataluña, y se han convertido en una fiesta en la que se consumen asados preferiblemente con «redoltes de ceps» y tienen que hacerse sobre la llama viva, no hay que esperar a que se haga brasa que es como se asaría la carne. Una vez hechos cuando las capas exteriores están negras, entreabiertas y echan una especie de espumita, se envuelven en grupos de 25 aproximadamente en varias hojas de papel de periódico y se dejan como mínimo una media hora para que acaben de cocerse con su propio calor. Se comen pelando las capas exteriores y untando el calçot acompañados de una salsa denominada salvitxada o también con salsa de romesco.
Tras consumir los calçots, las manos quedan negras. Por tanto, es necesario lavarse para pasar al segundo plato: carne y butifarras asadas sobre las brasas que quedan después de hacer los calçots, todo ello regado con vino o con cava.
Las ventas se han triplicado en los diez últimos años
La venta de calçots ha aumentado considerablemente en los últimos diez años, según los datos de comercialización del Mercado Central de Frutas y Hortalizas de Mercabarna.
Los mayoristas de Mercabarna afirman que el éxito se debe al concepto «festivo» que implica el consumo de calçots, a los precios y a la incorporación de la provincia de Barcelona, y en especial del Baix Llobregat, como zona productora de calçots, el segundo productor de Catalunya después de Tarragona.