La duquesa de Alba cumple 86 años y medio en la melancolía de palacio
Tras el agitado verano con su tour turístico por sus casas de San Sebastián, Marbella e Ibiza. La duquesa de Alba solía realizar una escapada otoñal al extranjero para celebrar su cumpleaños y seis meses. Durante años pasaba unas semanas en su estancia de Venecia, paseaba por las románticas calles, viajaba en góndola para tomarse un chocolate caliente en la plaza de San Marcos y un bellini en el Harry´s Bar. Compras en las mejores tiendas, rezos en las iglesias con cuadros de Tiziano, Tintoretto o Veronés, y vuelta a Sevilla para cumplir con sus obligaciones. Sin embargo, este año todo ha cambiado. La decepción por la actitud de su yerno favorito, Fran Rivera, –el que fuera su ojito derecho- ha hecho sufrir a su hija Eugenia. Los problemas por la custodia de su nieta la han desbordado, que si la niña tendría que vivir en Sevilla para ver al papá con más frecuencia, que si juicios y reproches. Doña Cayetana no le perdona el asunto al torero y hasta se quedó sin asistir a la corrida goyesca de Ronda.
Tras la muerte de Belén Ordóñez y el desplante de los Alba, Fran ha perdido a sus mejores fans.
El otoño de la duquesa de Alba
Las hojas comienzan a caer en Sevilla mientras la duquesa languidece en palacio. Ya no es la que era, se encuentra en baja forma y su espíritu dinámica ha decaído. Las sesiones de cine son sustituidas por películas de vídeo. Los paseos por Sevilla del brazo de su tercer esposo quedan aplazados, y la duquesa tan sólo se mueve por palacio. También ha cancelado su viaje otoñal. Ya no se preocupa por el botox ni por el mini lifting para estar radiante y rejuvenecida. Los años y las circunstancias de la vida provocan melancolía en la aristócrata.
Doña Cayetana ha acudido a demasiados entierros. Ha enterrado a dos maridos y a multitud de seres queridos. El último fue el funeral de Manolo, su confidente y hombre de confianza, según cuenta Paloma Barrientos tras charlar con Carmen Tello.
En estos momentos de decaimiento, Alfonso Díez se encuentra a su lado, sus allegados murmuran que la duquesa está más celosa que nunca. Le controla hasta las llamadas de teléfono, las entradas y salidas. Menos mal que se va pronto para la cama y entonces su marido puede tener un poco de libertad pasadas las 9 de la noche…
Las visitas de sus nietos son uno de los grandes alicientes de doña Cayetana pero con el comienzo de los colegios ya no acuden con tanta frecuencia a visitarla. Seguro que unas raciones de jalea real y unas supervitaminas reavivarán los ánimos de la más Grande de España. Tras el bache otoñal y cuando la duquesa recargue las pilas, todavía dará mucho que hablar. Desde PARAHORECA.COM le deseamos una pronta recuperación y una visita a un balneario. Nuestra propuesta Lanjarón en la sierra de Granada que lo tiene cerquita de Sevilla. Por si se anima le mandamos un reportaje con más detalles: De la carrera del señorito andaluz en Lanjarón a las cuchipandas gastronómicas en La Toja. Feliz cumpleaños y medio para doña Cayetana.
Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, comúnmente conocida como Cayetana de Alba o Duquesa de Alba nació en el Palacio de Liria de Madrid, un 28 de marzo de 1926.
Informa Alfredo Muñiz