«Dientes, muchos dientes, eso les jode», espetaba Isabel Pantoja a Julian Muñoz en sus buenos tiempos de enamorados. Se refería a la sonrisa que debían poner ante el acoso de los fotógrafos. Ahora la Pantoja volverá a sonreír gracias a una condena que le puede salir «rentable». Lo que oyen. El morbo de ver a la culpable folclórica acusada de blanqueo de dinero en los escenarios vende. También vende una exclusiva millonaria en su revista favorita ¡Hola! y si se sienta en un plató de televisión para contar sus penas seguro que arrasa. Entretanto, la tonadillera no tendrá que ir a la cárcel, pese a haber sido condenada a dos años de prisión, se libra por los pelos al no tener antecedentes penales. Tampoco tendrá que pagar inmediatamente la multa de 1.147.000 euros. Para ganar tiempo y hacer caja, la abogada pantojil, Graciela Otondo, informa que no están conformes con la sentencia y que redactarán un recurso de casación. “Llegaremos a Estrasburgo si hace falta”, remata.
Tal como se encuentra el mercado inmobiliario no están los tiempos para poner en venta ni la finca Cantora en Cádiz, ni su madrileña casa de La Moraleja, ni el polémico casoplón de La Pera en Marbella.
El 5 de mayo en Benidorm será el comienzo de una gira musical que promete extenderse por toda la geografía nacional y tal vez saltar a América donde la cantante tiene un gran número de seguidores. Sevilla en junio ha sido el escenario elegido por la Pantoja para su segundo concierto tras ser condenada. En sus citas elegirá canciones y emitirá mensajes para expresar su estado de ánimo y limpiar su imagen.
Como la sentencia no es firme la Pantoja podrá firmar contratos con Ayuntamientos y cantar a sus anchas. Mientras su exnovio Julián Muñoz se afana por servir cafés en la cárcel. Por su parte Maite Zaldívar también pasará una temporadita entre rejas. La Pantoja ya puede empezar a poner dientes, muchos dientes. Reirse de las bolsas de basura y del blanqueo de capitales, a ella le va a salir «rentable» … Relacionado: La Pantoja culpable: condenada a dos años de prisión y una multa de más de 1 millón de euros