Para llegar a cenar en el Noma es necesario reservar mesa con tres meses de antelación. La cocina del danés René Redzepi encabezó una vez más la lista de la revista británica ´Restaurant´que publica el ranking de los considerados mejores restaurantes del mundo.
Pues bien, después de lucir las mejores galas y pagar una factura de escándalo, 67 comensales tuvieron que acudir al médico y ponerse a una dieta blanda de sopa de arroz y merluza cocida con patatas. Resulta que el superchef acaba de intoxicar de forma involuntaria a 67 comensales, al menos, eso es lo que han confesado las víctimas que sufren una gastroenteritis inolvidable tras su paso por el comedor del Noma. La causa de la intoxicación viene provocada por un norovirus, un virus experto en generar cagalera y otros síntomas desagradables. El incidente tuvo lugar el pasado mes de febrero y ahora sale a la luz. Además multitud de clientes insatisfechos se anotan al carro y manifiestan que en otras fechas distintas al brote también sufrieron síntomas de vómitos y diarrea. ¿Oportunismo o escándalo en seguridad alimentaria?
¿Un empleado enfermo como probable causa de la contaminación?, ¿alimentos en mal estado?, ¿foco de contaminación en las neveras o en los respiraderos del aire acondicionado?, ¿boicot de la competencia o de algún enemigo trastornado?
El chef René Redzepi todavía no ha realizado declaraciones sobre lo sucedido. No obstante, el gerente del Noma, Peter Kreiner, pidió oficialmente disculpas y aseguró que el restaurante se está poniendo en contacto con todas sus víctimas. «Nuestro negocio es hacer a la gente feliz. Lo que nos ha pasado es lo peor que podía ocurrir. Queremos compensarlos», remató. Se supone que las víctimas van a ser invitados a comer gratis si se atreven a regresar. Está vez con protector estomacal y un antidiarréico…
El asunto debería hacer reflexionar a los dueños de los restaurantes: ¿dedican el esfuerzo necesario para garantizar una excelente seguridad alimentaria? Tomen nota, de lo contrario puede provocar la ruina de su negocio. C´est la vie.
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