El pasado 7 de octubre el kibutz Nir Oz sufrió una masacre terrorista. Reseñar que el kibutz Nir Oz fue fundado en 1955, siete años después de la creación del estado de Israel. Esta granja colectiva se dedica a la agricultura, en especial a la plantación de espárragos, pero además posee una fábrica de productos selladores de silicio y una empresa de ingeniería.
Antes del atentado, vivían en el kibutz unas 400 personas, de las cuales 200 sobrevivieron, y el resto fueron víctimas de Hamas o se encuentran en paradero desconocido.
Mi experiencia en un kibutz israelí
Tradicionalmente un kibutz era una agrupación o comuna agrícola. Aunque, en la actualidad, realizan todo tipo de actividades. En mi caso, durante mi último viaje a Israel, visité un kibutz y tuve la oportunidad de ver cómo funciona durante 48 horas.
La actividad principal del kibutz que visité era la fabricación de muebles, según me dijeron sus gestores, su actividad era rentable, a diferencia de la mayoría de kibutz tradicionales que estaban en decadencia. Además, el kibutz visitado mantiene una zona de hospedaje para huéspedes externos.
Los comedores comunitarios son compartidos entre los huéspedes y los propios habitantes del kibutz. Asimismo, el recinto dispone de un polideportivo con piscina climatizada, de acceso gratuito para los miembros del kibutz y de pago para los huéspedes.
Los residentes permanentes viven en unas pequeñas casitas de uso individual y pueden disfrutar de todos los servicios comunales.
Al parecer, la mayoría de estas comunas comenzaron a disolverse al entrar en pérdidas. Es por ello que las sobrevivientes han evolucionado. En un principio, todos los miembros del kibutz eran iguales. En la actualidad, existen diferencias en función de sus ingresos, sus necesidades y su aportación a la comunidad. Así, los que logran trabajo fuera del kibutz pueden disfrutar de un coche y de una casa con más comodidades.
Respecto al alojamiento de los kibutz para turistas; me recordó a los colegios mayores para estudiantes con buffets self-service.
Lo cierto es que percibí unos rasgos marcados en los miembros del kibutz: cortes de pelo similares y sin preocupaciones por la moda. Seguramente todos pasan por una máquina para cortar el pelo de forma barata, sin preocuparse por la belleza. La gente del kibutz me pareció sencilla y con cierta timidez, seguramente no estaban acostumbrados a tratar con extranjeros y me consideraban un extraño. Todo lo contrario, percibí con los militares del ejército israelí, me sorprendieron por ser extrovertidos y simpáticos. Hasta me hice fotos con ellos y ninguno puso ningún reparo, sino todo lo contario, algo que no me atreví en el kibutz porque adivinaba que no les gustaba al mantener cierto distanciamiento.
Lo mismo me ocurrió en la visita a Jordania. En la zona fronteriza se notaba una gran tensión y grandes medidas de seguridad, pero al llegar a territorio jordano me pusieron un escolta para visitar Petra y más bien parecía un colega de viaje divertido.
En mi visita a Belén, igualmente, me sorprendió el acceso para llegar a la que se considera la Santa Cueva subterránea donde históricamente se supone que nació Jesucristo. Aunque ese es otro asunto.
Destacar que los kibutz son comunas voluntarias, es un modo de vida aceptado libremente. Aunque en mi opinión los que nacían en un kibutz no conocían el mundo real, hoy en día es distinto. Los que destacan en los estudios, tienen la oportunidad de formarse en la universidad.
Nadie pone en duda que los kibutz fueran esenciales para la creación del Estado de Israel, pero considero que la mayoría están anticuados y abocados al cierre. Inspirados en una filosofía sionista socialista, intentaron desarrollar colectividades agrícolas, pero la mayoría fracasaron.
El primer kibutz fue llamado Degania y fue fundado en 1909 por un grupo de judíos rusos que llegaron a Palestina con la segunda gran ola inmigratoria.
Después del fracaso de la Revolución rusa de 1905, fundaron un asentamiento llamado Degania, el primer kibutz de la historia e intentaron poner en práctica las ideas de León Tolstói, que insistía en que un pueblo no puede ser libre si no produce su sustento por sí mismo, empezando por la producción agrícola.
Enfatizar que los judíos no se habían dedicado a la agricultura desde el comienzo de la segunda diáspora, después de la destrucción del Segundo Templo de Jerusalén.
En Europa, los oficios agrícolas les estaban prohibidos, y en otros lugares no era práctico dedicarse a la agricultura, ya que los judíos eran frecuentemente expulsados de sus países o regiones y el trabajo agrícola requiere un alto grado de arraigo. Por lo tanto, los judíos se dedicaron principalmente al comercio.
En opinión de Gordon, uno de los padres de esta filosofía, la redención del pueblo judío debía pasar necesariamente, no por la formación de un Estado o el retorno a la tierra de Israel, sino sobre todo por el retorno a la actividad agrícola.
Postulados básicos de los kibutz
Al comienzo de la implantación de los kibutz existían unas normas muy rígidas, por ejemplo, se exigía que todos estudiaran agronomía y aquellos que no obedecían eras expulsados de la comunidad. Con el tiempo, algunos kibutz fueron reformando las normas. En concreto, el que yo visité era aperturista y permitía estudiar otras carreras.
Hoy en día, sobreviven los kibutz que emprendieron industrias exitosas.
En un principio, en los más extremos hasta la ropa interior era compartida por todos los miembros del kibutz. Con el tiempo, se les asignó una paga mensual para gastos personales.
En la actualidad casi todos los kibutz contratan trabajadores asalariados externos al kibutz, incluyendo inmigrantes.
Respecto a los “salarios actuales” todos reciben en proporción al número de hijos que tienen a su cargo, también se tienen en cuenta otros indicadores de sus necesidades y, en ocasiones, se premia la antigüedad. Estas normas no se aplican a los trabajadores externos.
Una de las normas más sabia es la obligación de que los altos puestos del kibutz roten entre varios miembros, de esta forma, se combate el autoritarismo.
Los grandes cambios son sometidos a votación democrática.
Aportes al Estado de Israel
En los primeros años del Estado de Israel, los kibutz cumplieron un papel central en el desarrollo de la economía del país, produciendo una parte importante de las exportaciones israelíes. Mientras que la importación de productos agrícolas aún no era viable en los primeros años, los kibutz suplieron en forma casi exclusiva las necesidades del país en esa área. También cumplieron un papel importante en la colonización de la tierra y en la defensa de las fronteras. Asimismo, fueron centros de absorción y adaptación para muchos inmigrantes.
Los kibutz han dado a Israel numerosos líderes militares, intelectuales y políticos, aunque el movimiento del kibutz nunca supuso más del 7% de la población israelí.
Hoy en día los kibutz están en crisis al no recibir ayudas estatales. Los salarios ya no son igualitarios como en el momento de su creación y, en la actualidad, en los kibutz privatizados, la gran mayoría de los miembros trabaja fuera del kibutz y no reciben salario alguno del kibutz. Las casas pasaron a ser de propiedad privada.
En el kibutz que visité los niños vivían con los padres. Aunque en algunas de estas comunidades, tradicionalmente se creaba una casa para que los niños vivieran juntos y no con sus padres. Desconozco si en la actualidad mantienen está práctica tradicional en algunos centros. Las características plasmadas en este post fueron las que viví en primera persona en mi viaje a Israel. Informa Alfredo Muñiz.