Milena Georgieva interpreta «Profitons bien de la jeunesse» en París.
Hace la friolera de 75 años, el Teatro Campoamor de Oviedo estrenaba la ópera Manon de Massenet, tras la reconstrucción del coliseo destrozado por la Revolución del 34 y la Guerra Civil española.
En septiembre de 2023 el Campoamor se vuelve a vestir de gala para recibir un Manon de Sagi, sencillamente excelente.
La música, las voces y la interpretación atrapan al espectador. El corazón late y el alma se emociona hasta el triste desenlace final, después de cinco actos y seis escenas cargados de brillantez y divertimento.
El director de escena Emilio Sagi y el diseñador de la escenografía Daniel Bianco resolvieron el decorado con cuatro escaleras movibles. Fue quizás lo más comentado de la velada. En cada escena iban moviendo las escaleras como si se tratará de un rompecabezas.
En mi opinión, Sagi realizó un gran trabajo con los recursos disponibles. No obstante, escuché a mi alrededor voces críticas contra las escaleras desplazándose; evocando con nostalgia los ricos decorados de otros tiempos. Los más puristas siempre reprochan a Sagi su modernidad y transgresión. A mí me parece un genio, capaz de crear un ambiente mágico sin grandes despilfarros. Prodigioso.
Los fabulosos colores del vestuario, diseñado por Pablo Núñez, coordinan a la perfección en las distintas escenas, lucen y dan vida al decorado, recreando un ambiente de época con una iluminación brillante a cargo de Eduardo Bravo.
Tanto las arias como los dúos, cuartetos, coros y orquesta sonaron de forma esplendorosa con un libreto en francés claro y entendible. Nuno Coelho debutó al frente de la OSPA (Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias) y salió triunfante con su excelente dirección musical.
Enamorado de Manon
Tengo que confesarles que durante la función me enamoré del personaje de Manon, encarnado por la virtuosa Sabina Puértolas. Una soprano con agraciados matices de voz en las distintas expresiones de sentimientos. Sin duda, la gran estrella de la noche. Cantando a dúo con su enamorado, el caballero Des Grieux, interpretado por el tenor Celso Albelo, lograron una perfecta evolución en el desarrollo lírico del segundo al tercer acto. La escena del Seminario me pareció sublime.
En el tercer acto al escuchar “Profitons bien de la jeunesse” sentí una emoción inexplicable. Y me inspiró una escena de mi próxima novela, la continuación de EL TESTAMENTO DEL GALLO, disponible en Amazon.
Al final del capítulo insertaremos el código QR con el vídeo grabado en París que encabeza este post: una interpretación de Milena Georgieva.
En realidad, me gustó todo el elenco; para no extenderme destacaré por su simpatía y profesionalidad a la soprano ovetense Ana Nebot en su papel de Poussette. Y por supuesto, impresiona el Conde Des Grieux, interpretado por Roberto Scandiuzzi, con su extraordinaria voz de bajo. El barítono Manel Esteve como Lescaut también demostró una gran maestría. Aunque, todas las voces merecen ser elogiadas, incluso el coro dirigido por Pablo Moras.
¿Reconocen al travestí?
Como anécdota les contaré que entre los figurantes descubrí un travesti que seguramente no detectó el gran público, gracias a su ingenio y femeniedad interpretativa. Se trata de un joven profesor de bailes latinos con alma de drag queen; un artista con dotes de maquillador profesional para no pasar inadvertido. Solo tienen que acceder a su Instagram y les dejará asombrados.
En la vida real su cabeza resplandece como una bola de billar, no sé si lleva el pelo rasurado o si padece una calvicie total. Sin embargo, en escena lució una magnífica peluca de pelo natural e interpretó a la perfección su papel de «chica de vida alegre» en el casino improvisado. Eso que en el caso Rubiales llaman “chicas de imagen” y otros corruptos denominan “putitas de confianza”. El figurante, que no sale en los créditos de la ópera, se llama Oscar, aunque seguro que él prefiere darse a conocer por su alias de guerra como drag queen: Trosky Osuka, en esta ocasión, se convierte en un travesti en la corte de Manon. Impresionante. Informa Alfredo Muñiz
Música de Jules Massenet; libreto de Henri Meilhac y Philippe Gille, basado en la novela “Manon Lescaut” (1731) del Abate Prévost. Opéra Comique en cinco actos y seis cuadros. Producción de la Ópera de Oviedo, Teatro Municipal de Santiago de Chile y Auditorio de Tenerife.
