El producto es esencial para otorgar a un restaurante una mención especial. Si en la cocina se mima la materia prima, el éxito está asegurado. Ese es el gran don del restaurante Venezuela en Lo Pagán (San Pedro del Pinatar – región de Murcia) con una estupenda terraza a orillas del Mar Menor.
Recorrimos el paseo marítimo, la lonja y el club Náutico. Respiramos brisa marina de unas aguas tranquilas que inspiran paz. Al llegar al Venezuela nos recibieron en la terraza con un aperitivo de lujo: mojama, huevas, almendras, mejillones, marineras, esas tapas de ensaladilla rusa coronada por una anchoa.
A continuación, sirvieron las cabezas fritas del pescado que preparaban para hacer el caldero: mújol, gallina, rubios, rascasas, serranos y otros pescados de roqueo para el fumet.
Visitamos la exposición de pescados a la entrada del comedor principal: cigalas, langostinos, langostas, gambas, doradas, lenguados, boquerones, crancas. Todo un espectáculo. Un escaparate que abría el apetito. Vimos desfilar arroces marineros melosos que daban ganas de asaltar mientras el caldero se cocinaba a fuego lento. Entretanto, José Antonio Giménez, tercera generación de la saga hostelera, nos recomendó un cava Gramona como maridaje. Excelente elección con un servicio de sala magnífico. Remarcar que no faltó ni una copa de cava, vino o agua en su justa medida en toda la velada.
La mesa decorada con ramas de camelia, eucalipto y esculturas de crustáceos auguraban excelencia, y las expectativas no defraudaron. El inolvidable banquete comenzó con quisquillas tamaño XL; gambas del Mediterráneo; ensalada de tomate, aceitunas y bonito semicrudo; chirretes, y el tradicional arroz caldero del Mar Menor. Simplemente impresionante. De postre llegó el paparajote, relleno de hoja de limón, con helado.
El almuerzo en el Venezuela, dirigido por José Antonio Giménez, fue compartido por un grupo del club de guisanderas asturianas con su presidenta, Amada Álvarez Pico; amigos del Yumay presididos por Lola Sánchez Hernández y su marido Justo García, con la batuta de Carlos Guardado; Miguel de Dios, Cofrade Mayor del Desarme de Oviedo; el periodista Nacho Coterón, y el editor Alfredo Muñiz, entre otros.
En la sobremesa los gastrónomos del Yumay se vistieron de académicos con la beca de la cofradía y en un emotivo acto otorgaron a José Antonio Giménez una membresía de honor bien merecida.
Restaurante Venezuela, un sitio para regresar cada vez que visitemos la región de Murcia.
Mi enhorabuena a toda la tripulación de ese buque insignia de la gastronomía murciana. Informa Alfredo Muñiz.