«No me tomo tan en serio», es el epitafio con el que le gustaría ser recordado el fallecido Duque de Edimburgo, esposo de la Reina Isabel II de Inglaterra y abuelo de los populares Harry y Meghan, entre otros royalties. La cita del epitafio se la tomo prestada a Amadeo-Martín Rey y Cabieses, un experto en Casas Reales, que publicó ayer en La Razón un estupendo artículo titulado: «El duque de Edimburgo: de Grecia a Mountbatten».
En la crónica, recuerda el epitafio que el marido de la Reina de Inglaterra querría para su sepultura: «No estoy realmente interesado en lo que se ponga en mi tumba. Estaré muerto para entonces, y nada preocupado por lo que la gente pueda pensar. No me tomo tan en serio a mí mismo». Sabia reflexión. Informa Alfredo Muñiz.