El nombre oficial del arenal es las dunas de San Juan-El Espartal, aunque muchos asturianos las llaman las dunas de Salinas.
Los científicos, ecologistas y estudiosos de las dunas se echaron las manos a la cabeza al enterarse del proyecto de Costas de regeneración del arenal. Calificándolo de presunto “delito medioambiental”, e incluso recalcando que en otros países estaría penado con años de cárcel.
Sin embargo, en el Paraíso Natural del Principado de Asturias se acumulan las contradicciones y se esconden los intereses que provocan estas polémicas actuaciones.
Recordemos que el Gobierno Central exigió al Puerto de Avilés hacerse cargo de la regeneración de la playa de Salinas, culpando a la Autoridad Portuaria del problema a causa de las obras y dragados en la ría de Avilés.
La Autoridad Portuaria está constituida mayoritariamente por políticos locales y autonómicos…
El Puerto alegó que si se hacía cargo del costo de regeneración de la playa de Salinas su actividad sería inviable económicamente.
La pérdida de arena de la playa es la causante de la erosión del sistema dunar. Entonces se pactó este proyecto de regeneración de las dunas que es mucho más barato que la regeneración inicial exigida y que las medidas que se propusieron para corregir el problema de raíz.
Así las cosas, seguimos igual. Un remiendo que mejora la zona a corto plazo, pero que con el paso del tiempo provocará un mayor deterioro del arenal.
A la postre, escribiremos: “Salinas, un paraíso en vías de extinción. Entre todos la están matando y ella solita se morirá”. Alfredo Muñiz
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