¿Mintió Rato sobre las cuentas de Bankia o se tratara de una pesadilla sobre un helado de pistacho?
El calor provoca sueños con refrescantes escenas…
El exministro Rodrigo Rato se despidió de Bankia con una diplomática nota de prensa donde no contaba toda la verdad. «En diciembre de 2011 presenté el Plan Estratégico de la entidad hasta 2015 que permitirá al Banco consolidarse como uno de los cuatro líderes financieros españoles. Pese a las condiciones adversas del mercado y las dificultades añadidas de todo proceso de fusión, en 2011 Bankia conseguió unos beneficios de 309 millones de euros, además de haber adelantado más de 1.200 millones de euros de provisiones», exponía Rato en la comunicación enviada a los medios el pasado lunes al anunciar su dimisión. Sin embargo, no mencionaba la necesaria inyección de 7.000 millones de euros para hacer viable su Plan Estratégico. La actualidad destapa que tendrán que emitir bonos con aportaciones del Gobierno para que Bankia sobreviva o anunciar una nacionalización.
En el comunicado de Rato tampoco se menciona la cartera de créditos inmobiliarios en mora que supone un pufo de 31.000 millones de eurazos. Por otro lado, al analizar la información escribimos «Veremos lo que opina el informe de auditoría de Deloitte sobre este presunto maquillaje de cuentas que podría desembocar en unas pérdidas multimillonarias».
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Bankia sin Rato y sin maquillaje
El vaticinio se ha cumplido y la auditoría de Bankia indica que las cuentas de 2011 están sobrevaloradas. Ahora habrá que ver quién tiene responsabilidad ante el presunto intento de «engaño». Por lo visto la gran desviación entre la valoración real y la presentada por los expertos -con sueldos astronómicos- fue encontrada en la matriz de la entidad formada por Banco Financiero de Ahorros (BFA), constituida por Caja Madrid y Bancaja. Casualmente ese mismo grupo financiero recibió en 2010 un préstamo del Gobierno del expresidente Zapatero por valor de casi 4.500 millones de euros. El préstamo está concedido a un tipo de interés razonable pero aún no ha sido devuelto a papá Estado. Entretanto la firma de auditoría Deloitte ha destapado el asunto. Los auditores se negaron a firmar la sobrevaloración de las cuentas de Bankia, ello provocó que el Gobierno de Rajoy tomara las riendas sobre la corporación.
