Familiares golfos, chorizos y mangantes en «El testamento del Gallo»
En la novela «El testamento del Gallo» abordamos un conflicto que ocurre en las mejores sagas familiares: los parientes que se aprovechan de su cargo para enriquecerse a costa del patrimonio de sus hermanos, primos y/o padres. En una sociedad mercantil se imponen reglas, límites y se exige que se cumpla la ley. En las sociedades familiares se es más permisivo y se conceden polémicas licencias para preservar la paz familiar.
El colmo es cuando los mangantes, chorizos y golfos se creen con la autoridad de apropiarse del patrimonio y del dinero de sus parientes. Incluso sus asesores, pagados con dinero de la empresa, los defienden igual que un abogado defiende a un asesino con indicios de ser culpable.
Para resolver el grave conflicto deberán por asumir sus errores, compensar daños y nombrar a un mediador que ayude a centrarse en los intereses comunes buscando la equidad, la legalidad y un acuerdo justo.
El problema es la idiotización del poder. Los dictadorzuelos mediocres se creen inviolables y la única forma de acabar con la tiranía es denunciando el caso ante un juez. Aunque en «El testamento del Gallo» el desenlace les dejará perplejos…
Basiliño Xouto Loureiro, el Gallo, a punto de cumplir 100 primaveras, padece problemas de corazón, pero conserva un apetito sexual excelente. Su imperio gallego de huevos y gallinas, ha caído en terribles manos; sus nietos, que aprovechando la cuarentena del covid organizan el desfalco de la compañía familiar.
Consciente de que la muerte le acecha, Basiliño, prepara un testamento inmortal y justiciero, pero antes, sin sopesar las consecuencias, decide volver a levantar su todopoderoso falo y acude al urólogo para que le prescriba las pastillitas azules.
Próximamente podrán adquirir la novela, escrita por Alfredo Muñiz, en formato digital, físico y audiolibro en las siguientes plataformas: Amazon KDP / TopBooks / Apple Books.
Informa Alfredo Muñiz.
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Música para cuando te enteras de que un pariente te roba dinero:
«Es un gran necio,
un estúpido engreído,
egoísta y caprichoso,
un payaso vanidoso,
inconsciente y presumido,
falso, enano, rencoroso,
que no tiene corazón».
