Las marejadas, el fuerte viendo y la falta de acciones correctivas del Puerto de Avilés están teniendo sus consecuencias en la playa de Salinas.
El último incidente fue sufrido hace escasas horas por el restaurante Real Balneario de Salinas, galardonado con una estrella Michelin y cerrado temporalmente por vacaciones.
Su chef Isaac Loya explica: “Tuvimos suerte porque la cristalera quedó intacta; las olas golpearon fuertemente contra la entrada principal y el agua llegó al comedor y a la cocina. Afortunadamente estamos de vacaciones y el restaurante reabrirá el próximo 18 de febrero como estaba previsto. Las imágenes de las cámaras de seguridad que muestran la fuerza del mar son tremendas, afortunadamente no hubo daños humanos y los destrozos se pueden arreglar sin problemas”.
Subrayemos que delante de las cristaleras del Real Balneario se construyó un muro de contención de piedra que evitó una catástrofe mayor.
El asunto puede hacer reflexionar a Costas sobre los riesgos que una ciclogénesis explosiva puede provocar en los edificios habitados construidos sobre la arena frente al mar, y con garajes donde es fácil que se filtre el agua. Entretanto, el Gobierno Central ha exigido al Puerto de Avilés que regenere de arena la playa de Salinas y la Autoridad Portuaria ha respondido que no es viable por razones económicas.
Para más INRI, las últimas medidas acaecidas en el paisaje dunar protegido del Espartal han sido catalogadas como “Delito medioambiental”, según los expertos.
Según ecologistas, oceanógrafos, geólogos y surfistas: “La política medioambiental que se ejecuta en el arenal de Salinas es insostenible”: Veremos. ¿Será un simple aviso de lo que puede ocurrir en el futuro sino se toman medidas? Informa Alfredo Muñiz.
